"Cosechas abundantes". Macri pidió a la Pachamama "que siga ayudándonos, que tengamos cosechas abundantes para todos los argentinos". 

El presidente Mauricio Macri participó ayer de la ceremonia de la Pachamama en la localidad jujeña de Purmamarca, donde agradeció a la madre tierra "por siempre cuidarnos y acompañarnos a los argentinos" y pidió "que podamos salir adelante, construyendo esta Argentina que todos queremos, en paz, en armonía y con trabajo para todos".

El jefe de Estado, acompañado por su esposa Juliana Awada, se arrodilló frente a las ofrendas a la Pachamama y, mirando en dirección al sol naciente, inició la ceremonia ancestral dirigida por integrantes de la Secretaría de Pueblos Indígenas de Jujuy.

"Permiso a las comunidades, permiso a la Pachamama. Agradecerle, soy Mauricio Macri, vengo de Buenos Aires con mi mujer Juliana, queremos agradecerle por siempre cuidarnos, siempre acompañarnos a los argentinos", dijo el presidente.

Con una manta violeta sobre los hombros, al igual que su esposa, el primer mandatario pidió a la Pachamama (madre tierra) que siga con el cuidado, "que siga estando ahí, junto a nosotros, ayudándonos, a que tengamos cosechas abundantes para todos los argentinos y para que podamos seguir adelante, construyendo esta Argentina que todos queremos, en paz, en armonía y con trabajo para todos".

Después de la distribución de las ofrendas, el jefe de Estado y la primera dama acompañaron la ceremonia que realizaron en el lugar el gobernador jujeño, Gerardo Morales, y su esposa, Tulia Snopek, los precandidatos a diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura, e integrantes de la Secretaría de Pueblos Indígenas provincial.

El gobernador pidió que la naturaleza brinde sabiduría "a quienes tenemos responsabilidades, para hacer las cosas bien".

El agradecimiento a la Pachamama es el rito cultural con el que los pobladores jujeños se relacionan con la naturaleza, "en esta fecha donde empiezan a resurgir las semillas", explicaron habitantes de Purmamarca.

Las autoridades ofrecieron a la madre tierra hojas de coca, consideradas mensajeras sagradas de los ancestros, además de la tradicional chicha, bebida que se realiza con el fermento de maíz y maní, usadas para pedir abundancia de agua y lluvia que mejoren las producciones agroganaderas. Los participantes ofrecieron a la madre tierra vinos pateros y platos como charqui (carne expuestas al sol) y mazorcas (maíces secos), consideradas como fuentes curativas. Télam