Una joven del sur de Argentina finalmente se casó ayer, en el Día de San Valentín, con un hombre sentenciado a 13 años de prisión como ‘partícipe necesario‘ en el asesinato de su hermana gemela.

Lejos de toda atmósfera de romanticismo, la boda, tachada de macabra por muchos medios locales, se concretó tras haber sido pospuesta por varios meses a pedido de la familia de la novia. En medio de un fuerte dispositivo policial, con efectivos muñidos con escudos y perros, la novia, Edith Casas, de 23 años, fue la primera en llegar ayer al registro civil de la sureña ciudad argentina de Pico Truncado (Santa Cruz).

Minutos después lo hizo el novio, Víctor Cingolani, trasladado hasta allí por el Servicio Penitenciario desde la cárcel en la que cumple condena por el crimen de Johana Casas. Al llegar al Registro civil, Cingolani fue recibido con algunas pedradas e insultos por vecinos de la localidad.

Cingolani fue hallado partícipe en el homicidio de la modelo Johana Casas, de 20 años de edad, asesinada de dos balazos en 2010, y condenado a 13 años de prisión el pasado junio. El hombre asegura ser inocente en el crimen de la muchacha, que también fue su pareja.

‘Ahora vamos a ir a la cárcel a festejar con mi hermano‘, dijo en declaraciones al canal TN, de Buenos Aires, Claudia Cingolani, hermana del detenido.

En una entrevista, el novio dijo horas antes de casarse que deseaba ‘formar una familia con la mujer‘ que ama. ‘No siento que mi casamiento irrite. Yo con Edith tengo una relación desde 2007. Por eso no sé cuál es el sentido de esperar si llevamos tanto tiempo juntos‘, señaló.

Tras la boda, Cingolani, de 28 años, fue trasladado al Penal de Pico Truncado.

Fuente: Efe