El primer hecho fue denunciado ayer por familiares y allegados a la víctima, quienes protestaron frente a la quinta del dueño del animal, ubicada en la calle Bolivia 562, de la localidad de Talar de Pacheco, en cuyo frente pintaron leyendas con insultos contra el hombre. El hecho ocurrió el viernes y la niña perdió la vida cuando era trasladada en una ambulancia al hospital de la zona, tras lo cual el Centro de Zoonosis de la intendencia local retiró los canes del inmueble y los alojó en una de sus dependencias. "Los perros estaban sueltos en la calle y destrozaron a la nena", se lamentó una mujer y detalló que la víctima jugaba en la vereda con unos familiares cuando se produjo el ataque.

En declaraciones al canal de cable Crónica TV, agregó que los vecinos le pidieron "muchas veces" al propietario de los animales que "los tuviera dentro de su casa". Otro vecino, por su parte, precisó que el alambrado de la quinta tiene roturas por las cuales suelen salir los canes. "El dueño de los perros tiene que tomar conciencia de que también le puede pasar a él algo parecido o algún integrante de su familia", enfatizó otro habitante de la zona.

Por otra parte, un niño de 10 años sufrió heridas en una pierna al ser atacado por un perro de raza pitbull en la zona Oeste de Rosario y tuvo que ser hospitalizado, mientras el can fue sacrificado por sus dueños.

El incidente ocurrió en pasaje Público 1736 al 2800 anoche, cuando el menor de edad caminaba junto a su madre y fue sorprendido por el animal que se le escapó a su propietaria, desde la vereda de enfrente y le produjo lesiones en la pierna derecha. De inmediato, el niño fue socorrido por unos vecinos, quienes lo trasladaron al hospital Intendente Carrasco, donde recibió 20 puntos de sutura y fue dado de alta a las pocas horas. Luego, la dueña del animal le comunicó a la madre de la víctima que el can había sido sacrificado. Las actuaciones sumariales quedaron a cargo de la comisaría 32, con intervención de la Justicia Correccional en turno.

Los perros pitbull son considerados como raza peligrosa en Rosario, donde por resolución municipal deben llevar, a partir de abril de 2011, un microchip subcutáneo que los identifique en el Registro Único de Mascotas.