Las elecciones legislativas que se desarrollaron en todo el territorio nacional dejaron algunas postales especiales y llamativas como la "picada" de Esteban Bullrich, la "falta de respeto" de la que habló Martín Lousteau, la feliz señora de 103 años que pudo finalmente votar y el trueque de "cinco kilos de asado" por votos, en Tucumán. Las siguientes son algunas anécdotas de la jornada electoral recogidas en distintos puntos del país, que bien vale la pena remarcar.

Primereó. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue la primera funcionaria del Gobierno en votar para evitar dos malos tragos: posibles incidentes desatados por su rol en torno al caso de Santiago Maldonado y también las ansiosas preguntas del periodismo por un hecho que conmueve al país desde el primer día de agosto pasado.

Respeto. Martín Lousteau incurrió en una inocultable contradicción al enfrentar los micrófonos luego de votar: al principio dijo que era una "falta de respeto" hablar sobre el caso Maldonado, pero luego se despachó durante largos minutos contra el gobierno de Mauricio Macri por no "cuidar" a la familia del joven, por tardar "80 días" en encontrar el cuerpo, por haber "reaccionado" de la manera que lo hizo y no de otra. De todos modos, el candidato a diputado por Evolución Ciudadana y exembajador en Estados Unidos por Cambiemos decidió suspender el desayuno previsto con periodistas porque "no era el momento por las circunstancias" que rodearon a la desaparición del artesano.

Facturas. Enfundado en una campera azul, inflada y sin mangas, el presidente Mauricio Macri llegó a votar a la escuela Wenceslao Posse del barrio porteño de Palermo con un paquete de facturas para las autoridades de mesa. No es la primera vez en un acto electoral ni tampoco, parece, será la última. El mandatario mantiene esa costumbre desde sus tiempos como jefe de Gobierno porteño. E hizo escuela entre los suyos: la vicepresidenta Gabriela Michetti y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, también hicieron el mismo aporte en la mesa en la que emitieron el sufragio.

Gracias, papá. En rigor, en la oposición también cundió el ejemplo. El primer candidato a senador por Cumplir, Florencio Randazzo, llevó facturas a la mesa donde su hijo fue presidente. Es que "no desayunó", explicó el orgulloso padre y exministro kirchnerista.

Caninos. Horas antes de que el primer mandatario acudiera a la escuela correspondiente a emitir su sufragio, perros antiexplosivos de la Policía Federal recorrieron las instalaciones para que las autoridades corroboraran que todo estuviera desarrollándose con total normalidad.

Qué rico, Esteban. Esteban Bullrich, el postulante a senador por Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, tuvo una idea más original y más sabrosa que su jefe. Votó a las 13 en una escuela de Junín y optó por llevarles el almuerzo al presidente y a los fiscales de mesa. El menú: pan casero y picada. Las autoridades electorales, agradecidas.

103 años. Berta Ritvo, una mujer de 103 años que vive en la ciudad de Santa Fe, no quiso perderse la oportunidad de emitir su sufragio, aunque ya no estaba inscripta en el padrón. Realizó el trámite ante la Justicia y su reclamo hizo que pudiera figurar de nuevo en los padrones, lo que le permitió cumplir su deber y derecho cívico. "Yo estoy de paso, pero la Patria queda", sostuvo, contenta, la longeva mujer.