Locales semivacíos, distancia entre comensales y barbijos son las características de la nueva manera de consumir un café o una comida en locales gastronómicos en las siete provincias en las que abrieron de nuevo las puertas. Pero el regreso no fue lo esperado ya que lo que abundan son las bajas ventas.

Catamarca, Santa Fe, Mendoza, San Luis, La Pampa, Tierra del Fuego y Río Negro, que junto a San Juan se encuentran en la fase 5 de la cuarentena, los locales gastronómicos funcionan con hasta el 50% de la capacidad total habilitada y deben cumplir el distanciamiento de las mesas y entre personas de por lo menos 2 metros.

En la ciudad santafesina de Rosario, desde el 8 de junio unos 1.500 bares y restaurantes volvieron a abrir de 7 a 23 con un máximo del 50% de la capacidad de los locales. Las mesas no pueden superar los 6 ocupantes y es obligatorio realizar reservas previas en los restaurantes.

En Santiago del Estero están habilitados los bares, restaurantes, pizzerías y heladerías de lunes a sábado desde las 8 hasta las 0.

En el centro de la ciudad Capital, los bares y confiterías sólo permiten hasta 4 sillas por mesa y no se permite el ingreso de niños menores ni tampoco mayores de 60 años. Juan es mozo en una cafetería y comentó a Télam que "se toma muy en serio la limpieza, ya que los pisos y demás superficies se limpian con lavandina diluida en agua cada vez que se retira un cliente".

Luciana es moza de una pizzería y dijo que se usan "solo servilletas de papel y desechables e individuales de papel", a su vez agregó que "la mayoría pide delivery, creo que es porque los niños no pueden entrar y prefieren comer en sus casas".

En Mendoza, los bares y restaurantes funcionan desde fines de mayo. Los dueños y empleados advirtieron la "poca afluencia de clientes por debajo de las expectativas". Las ventas del rubro se modifican según el horario de atención siendo más fuerte el nocturno que finaliza a las 23 como el caso de los patios cerveceros que tiene mayor afluencia. A su vez, también volvieron a la actividad los locales que están dentro de centros comerciales con la modalidad de reserva previa, no más de 4 personas y firmando una declaración jurada.

La ciudad de Mendoza es una de las principales ciudades turísticas del país, en la que se visita algunos puntos como la montaña, las bodegas y la peatonal.

En este contexto Johana Bozo, moza de un bar de la peatonal del centro, dijo a Télam que "no significó mucho la apertura del local en la modalidad restringida porque no vendemos ni siquiera el 10% de lo que vendíamos antes que hacíamos $3.000 en una mesa y ahora eso es por día".

Por su parte, en Tierra del Fuego, los bares y restaurantes reabrieron el 11 de junio y desde entonces no hubo inconvenientes sanitarios: hay restricciones para el uso de cubiertos, vasos y otros utensilios. Por ejemplo, la utilización de servilletas de tela y de manteles estaba prohibida hasta el sábado 27, en que las autoridades la permitieron pero con la obligación de cambiarlas y lavarlas entre un cliente y otro. A su vez, el horario de atención al público es de 8 a 23, y desde la semana próxima se permitirá la apertura hasta la 1 de la madrugada, pudiendo haber clientes en el interior hasta las 2. Algunos rubros, como los restaurantes, utilizan la modalidad de reservas con antelación, pero la mayoría atiende por orden de llegada.

"Todo es diferente, también se usa más el medio electrónico de pago para evitar la manipulación de dinero en efectivo", explicó a Télam Soledad, una moza que trabaja en un restaurante del centro de la ciudad de Ushuaia.

  • Más trabajo y menos propina en San Luis

En San Luis, los mozos dicen que la clientela ha disminuido, ya que ni con la mitad de las mesas y de la cantidad de sillas los lugares se llenan. La gente sale menos y tiene menos confianza en pedir cualquier servicio. También señalaron que se ven perjudicados al recibir menos propinas y que el horario de atención de estos comercios es de 8 a 24 de lunes a domingo y a los sanitarios se ingresa de a una persona. Luego de la salida de esa persona, debe limpiarse el sanitario para autorizar el ingreso de otro cliente y los baños deben tener todos los elementos de higiene y limpieza personal. Lo mismo pasa con las mesas y sillas que son desocupadas: deben desinfectarse antes de volver a ocuparse y los menús tienen que ser exhibidos en pizarras o pantallas. Otra de las

modificaciones que impuso la "nueva normalidad" es el registro de los consumidores en unas planillas que los locales deben custodiar por 30 días, y que, ante un caso positivo de coronavirus facilite la investigación epidemiológica de los contactos.

Protocolo estricto

El uso de barbijo es obligatorio para el personal y los clientes, que pueden sacárselo solo mientras consumen los alimentos o bebidas, y los locales tienen que contar con alcohol en gel en todas las mesas y en las puertas de ingreso/egreso, que deben estar señalizadas. Además, es obligatorio el lavado de manos.

POR EL PAÍS

  • Una familia oriunda de Tigre intentó mudarse a Mar del Plata sin contar con un permiso por lo que fueron demorados en un retén y regresaron.
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  • Cerca de 450 personas que integran unas 30 cuadrillas de esquila ingresarán a Santa Cruz para la zafra lanera con protocolo sanitario preventivo.