Buenos Aires, 28 de octubre.- El Lago San Roque, que circunda a Villa Carlos Paz, es el principal abastecedor de agua potable para el millón y medio de habitantes de la ciudad de Córdoba, y está próximo a alcanzar una marca mínima histórica del nivel de sus aguas, indicó la Dirección Provincial de Hidráulica.

El "alerta rojo" dispuesto desde ayer en Carlos Paz se extendió por la sequía, reflejada en la disminución del nivel del agua en los embalses de los diques.

Sus principales afluentes, los torrentosos ríos Cosquín y San Antonio, se han convertido desde hace un tiempo en hilos de agua, lo cual obligó a la Cooperativa de provisión de ese fluido en Villa Carlos Paz a declarar la emergencia hídrica en la ciudad turística.

La medida dispuesta implica la limitación del uso del agua para el consumo humano, comida e higiene, y prevé también cortes programados y no programados en el suministro.

El subsecretario de Recursos Hídricos, Jorge Masih, informó que se reunirá con la empresa Aguas Cordobesas, la Municipalidad de Córdoba, el Ente Regulador de Servicios Públicos y Defensa Civil para disponer acciones.

Actualmente, el nivel de consumo en la provincia es de "400 litros por habitante", cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se deberían utilizar 200 litros per cápita, remarcó Masih.

La región de las Sierras Chicas, que abarca Río Ceballos, Salsipuedes, Unquillo y Mendiolaza, entre otras localidades, está en el área de influencia del Dique La Quebrada, que se encuentra a 10,23 metros por debajo de su capacidad máxima de embalse, de 34 metros.

La toma de agua se efectúa a los 24 metros, medida desde el paredón del embalse, precisaron las autoridades a Télam.

El presidente de la Cooperativa de Agua de Unquillo y Mendiolaza, Raúl Hoya, dijo que la situación "es límite, y no sabemos cuántos días más se podrá abastecer el sistema".

El Dique San Roque perdió la belleza del paisaje, dejó al descubierto extensas costas y sufre una bajante de cuatro centímetros por día, ubicándose hoy en 28,78 metros, lo que significa la disminución de casi un metro con respecto al primer día de octubre, cuando se midieron 29,72 metros.

Estos índices ubican al dique a 6,50 metros por debajo del nivel del vertedero -a 35,30 metros-, un metro menos que el nivel registrado el año pasado, cuando el embalse marcó 29,92 metros.

Si no se registraran precipitaciones, en los próximos 20 días se ingresaría en una de las bajantes más importantes de la historia, advirtieron desde la Dirección Provincial de Hidráulica.

La Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (Dipas) estudia un plan de contingencia que podría incluir cortes de agua potable programados para los próximos días.

La falta de lluvias colocó en situación crítica la provisión de riego y agua potable a buena parte de las poblaciones, provocando trastornos, entre ellos, los numerosos incendios forestales ocurridos unos meses atrás y tormentas de polvo y tierra que provocaron el viernes un choque en cadena en la autopista que une Córdoba con Villa María, con tres muertos y una decena de heridos.

Todos los embalses de agua de los diversos lagos provinciales, tienen sus niveles muy por debajo de sus puntos de evacuación, generando desoladas imágenes.