En el sector empresario hay preocupación porque en el Gobierno nacional evalúan un cambio en la forma de calcular el ajuste por inflación impositivo en el Impuesto a las Ganancias, que derivará en una mayor presión fiscal a la existente para el año que viene. Desde la conducción local de la Unión Industrial Argentina (UIA) salieron a advertir la situación, que provocará que las empresas "tengan cargos extras que no ayudan a que sean más competitivas", advirtió Ricardo Palacios, referente de la entidad fabril en la provincia.

Lo que está en evaluación es una modificación de la Ley de Impuesto a las Ganancias sobre la aplicación del ajuste por inflación que realizan las empresas. Y así, en lugar de una aplicación plena de ese ajuste, lo que se busca es una implementación por tercios, lo que generaría un "gran perjuicio" en un fuerte contexto de suba de precios.

Gustavo Fernández, integrante de la entidad y que maneja el tema impositivo, explicó que "el problema es que cuando los balances no se ajustan por inflación, las empresas muestran resultados inflados, que no responden a lo que está sucediendo. Lo que se genera es una utilidad inflada, es decir que se pagan impuestos sobre utilidades que no son tales porque hay compañías que incluso tienen pérdidas contables y tienen que pagar impuesto a las Ganancias. O bien empresas que tienen utilidades que pagan impuestos superiores a lo que correspondería pagar".

"Por eso es que el Gobierno permite al ajuste por inflación de una manera acotada", sostuvo, pero ahora se quiere cambiar.

Desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, Carlos Landa, que también asesora a empresas en forma particular, dijo que "es una medida injusta para las empresas porque se les hace pagar un impuesto cuando no debieran pagarlo". Y agregó que "hemos recibido muchas consultas y la preocupación de las empresas porque de una situación de no pagar porque hubo pérdidas por inflación impositiva, se termine pagando".

En un documento elaborado por la UIA a nivel nacional manifestaron que lo que están advirtiendo es que si se aplicara el cambio que está en evaluación las empresas que inviertan en el país tributarán por "ganancias ficticias", que surgirán "pura y exclusivamente" por el efecto de la inflación en sus liquidaciones impositivas. En cambio, si se ajustaran plenamente por inflación "serían mucho menores o directamente no existirían".

"El cambio se daría en un contexto en el que la carga fiscal de las Ganancias a las sociedades ya fue aumentada este año y generará una carga confiscatoria en el sector productivo por el mayor pago de impuesto a las Ganancias que se traducirá como un incremento de alícuota", indicaron desde la UIA.

Hugo Goransky, que ahora integra la mesa chica de la UIA a nivel nacional, sostuvo que "el peligro es que vamos a terminar pagando por algo que no existe y que entendemos que no corresponde pagar".

En la Unión Industrial definieron al cambio propuesto por el Gobierno nacional como "un claro desincentivo a la inversión productiva" para generar incrementos recaudatorios de corto plazo que perjudicarán a la economía.