"No estamos para proponer épica, somos todavía una frustración para la sociedad. Si pasa algo, nos van a culpar a nosotros". Las palabras de Elisa Carrió resonaron en los oídos de los cinco diputados nacionales que la semana pasada llegaron a su casa, en Capilla del Señor. Quedó claro entonces, como lo declaró la líder de la CC-ARI anoche por televisión, que cada dirigente del partido fundado en La Emilia hace dos décadas que participe del banderazo de hoy lo hará a título personal y con un cuidado bajo perfil.

"Está preocupada y asustada por la violencia que puede venir con la crisis económica", coincidieron dos dirigentes que la vieron, antes y después de su participación en el programa PPT, que conduce Jorge Lanata. Tomar distancia de la marcha, y también de las "internas por el poder" en el Pro son, dicen en su entorno, sus objetivos prioritarios.

"No convoco a la marcha, cada uno según su conciencia. El que se radicalice está jugando en contra de la Argentina, ya sea por derecha o por izquierda", dijo Carrió en el final de la emisión televisiva, y sin que Lanata se lo preguntara. ¿Mensaje para la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, y otros dirigentes que sí adhieren a la manifestación? "Ella piensa eso, está convencida de que hay que evitar la violencia a toda costa. No se quiere poner ni de uno ni de otro lado", negó uno de los legisladores que participó de la reunión, al aire libre y con estricta distancia social.

Por lo bajo, otro referente endilgó a Bullrich, exsocia de Carrió, "especulación política" con su decidido apoyo al banderazo, expresado en las redes sociales. "También en Juntos por el Cambio están pensando en las elecciones, es terrible", afirmó Carrió durante la entrevista, sin dar nombres.

Su visión contraria a la marcha coincide con la postura pública de Horacio Rodríguez Larreta y gobernadores radicales que se oponen a la manifestación. Pero Carrió tampoco quiere aparecer avalando a los "dialoguistas" en un momento de tensión con los "halcones" de la oposición. "Mauricio Macri y Larreta estuvieron juntos el sábado en un Zoom, pero las tensiones entre ellos siguen", opinó otro leal a la exdiputada, que repite como un mantra las prioridades de Carrió. "No violencia, paz, república, Constitución", la citan.

"Hay mucho pibe joven que no vivió el 2001, con mucha violencia de palabra, y algunos incluso están en la CC-ARI. Ella quiere frenar eso también, porque de ese modo vamos al peor de los escenarios", comentaba por lo bajo otro de los dirigentes que la ve de manera periódica. La prédica por el "diálogo" de Carrió tiene un inédito correlato en la Cámara de Diputados, donde el presidente del bloque CC-ARI, Maximiliano Ferraro, tiene "diálogo institucional" con Máximo Kirchner, titular del bloque del Frente de Todos. Ferraro fue parte, junto a Mariana Zuvic, Mariana Stilman, Paula Oliveto y Juan Manuel López, de la reunión en la que la exdiputada pidió mesura y bajo perfil a la hora de manifestarse, más allá de que una buena porción de quienes se manifiesten sean eventuales votantes opositores.

Nadie espera, claro, que Carrió no siga criticando al kirchnerismo. "El albertismo es una ficción, lo que existe es Cristina Kirchner y el kirchnerismo (.). Alberto Fernández no puede ejercer la presidencia, por eso es importante el grado de racionalidad de los gobernadores", dijo Carrió en otro tramo de la entrevista.

"Lilita es así, de ella podés esperar un beso y una puteada", describe otro de los miembros del círculo íntimo que rodea a Carrió, que sigue "hablando con todos" pero siempre marcando su propio camino, tanto que ayer aclaró que "Cristina no fue presa porque el gobierno de Cambiemos no quería que se haga justicia", y responsabilizó de la estrategia a su viejo enemigo interno, el gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba. "No quiere que la usen en la interna", agrega otro colaborador.

"Cada vez que haya que marcar algo con lo que no estamos de acuerdo, lo haremos. Para eso estamos en la coalición", afirmó a LA NACION el legislador porteño Facundo del Gaiso, uno de los dirigentes que dialoga seguido con la líder de la CC-ARI, retirada en marzo de su banca de diputada pero activa como casi siempre.

Mientras espacia sus apariciones mediáticas -afirmaron sus voceros que dejará pasar unos días para volver al ruedo-, Carrió se distrae con la serie mexicana Cien días para Enamorarnos y biografías de grandes personajes de la historia. Advierte que "lo que tiene que pasar va a pasar", pero trabaja para "no exasperar los ánimos" y evitar "desbordes" violentos.

Fuente: La Nación