Sin escape. El juez dictó la prisión preventiva de Minnicelli no sólo por la maniobra investigada sino por su condición de prófugo durante 10 meses. 

Claudio ‘Mono‘ Minnicelli, el cuñado del exministro Julio De Vido, fue procesado ayer, con prisión preventiva, por asociación ilícita y contrabando agravado en la causa de la ‘mafia de los contenedores‘ y fue embargado por más de 22 millones de pesos, tras lo cual quedó encarcelado en el penal de Ezeiza. 

El juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky firmó anoche la resolución por cargos que contemplan penas de hasta 15 años de prisión.

Se trató de un procesamiento ‘exprés‘: el domingo pasado lo arrestaron en Chapadmalal después de estar prófugo desde octubre; el miércoles se presentó a indagatoria y no reconoció su voz en las escuchas, pero ayer una pericia clave confirmó que era él quien aparecía hablando con el resto del grupo acusado, que ya se encamina a juicio oral. 

Minnicelli volvió a ser llevado ayer a Tribunales, donde dijo que mientras permaneció prófugo ‘nunca estuvo a más de 500 km de la Capital Federal. Iba a pueblitos en los que no pasaba más de dos o tres días y no tomaba colectivos de larga distancia. El lugar donde más estuvo fue en Chapadmalal, adonde había llegado en marzo pasado‘. 

En el procesamiento, el juez dijo que Minnicelli ‘habría participado activamente de los distintos pasos que debían seguirse para la liberación irregular de los contenedores cuestionados en autos; y que, a ese fin, habría proporcionado directivas, entre otras intervenciones, a varias de las personas aquí imputadas‘, dijo el juez.

Procesaron a otro K

El juez federal Claudio Bonadio procesó al exfuncionario kirchnerista Javier Grosman en el marco de una causa que investiga irregularidades en la contratación para la publicación del libro ‘La Década Ganada‘, que nunca se imprimió pero pagaron $800 mil en un proceso licitatorio. Fue procesado sin prisión preventiva.



A su criterio, el cuñado de De Vido era ‘un estrecho colaborador de Oldemar Carlos Barreiro Laborda‘, el
exdueño de Lo Jack, señalado como el supuesto jefe de una banda que intentó mover seis contenedores que estaban paralizados en la Aduana por disposición judicial.

Luego de transcribir decenas de escuchas, el juez sostuvo que ‘existen elementos de valoración suficientes para esta etapa del proceso que permiten presumir que Claudio Minnicelli debía, cuanto menos, conocer el carácter ilícito de su aporte en relación a las maniobras de contrabando perpetradas por la organización delictiva investigada‘. 

Aunque puede haber más cómplices, el juez entendió que Barreiro Laborda fue la persona que ideó y coordinó la operación, quien generó los contactos y coordinación necesaria para lograr su objetivo, y Minnicelli era un estrecho colaborador de Barreiro Laborda y, desde esa posición, daba directivas entre otras intervenciones a Néstor Frega y a Federico Tiscornia Salort. Añadió que se debían presentar ‘Multinotas‘ que eran ideológicamente falsas y que no tenían otro fin más que el de permitir cumplir con los procedimientos, en lo formal, para que no fuese detectada la maniobra de contrabando. 

El juez señaló también que para cumplimentar aquel propósito Barreiro Laborda contó con dependientes (Tiscornia Salort y Frega), con personas que se ocuparon de confeccionar los documentos falsos, que tenían los conocimientos técnicos y contactos comerciales con alguien que cumplió el rol de agente de transporte aduanero (Martín Aníbal Corral) y con un despachante de aduana para llevar a cabo la importación (Santiago Néstor Jiménez).

Finalmente, dijo, aquel accionar requería de la participación de funcionarios aduaneros como Edgardo Rodolfo Paolucci que, desde su lugar jerárquico, habría aportado su influencia para lograr que otros funcionarios colaboraran, y además, abusando de su competencia, habría dictado la reglamentación que dio amparo a lo solicitado a través de las ‘Multinotas‘.