El presidente uruguayo, José Mujica, ordenó “cerrar” los puertos de su país a aquellas embarcaciones que posean la bandera de las Islas Malvinas, como un gesto al reclamo de soberanía argentina y molestia expresada por el gobierno de Cristina Fernández. Mujica, de esta manera, desactivó una situación que amenazaba convertirse en nuevo foco de tensión entre ambos países.