Lanzados a los brazos de los familiares que los estaban esperando en el aeropuerto de Ezeiza, con fuerte emoción, aplausos, ovaciones, lágrimas de alegría y también risas. Así vivieron ayer 240 argentinos, entre ellos una periodista sanjuanina, el regreso al país, repatriados por el Gobierno por la guerra entre Israel y Hamás.

El vuelo AR1091 de Aerolíneas Argentinas, que llegó a las 7:49, había despegado a las 23:15. En el contingente de repatriados, la mayoría de ellos estudiantes que viajaron por becas o planes de estudio, y turistas, también se hallaba la corresponsal Melisa Trad.

La periodista, licenciada en Ciencias de la Comunicación que vive en San Juan, pero hacía siete meses se encontraba trabajando en Cisjordania, explicó que ‘la tensión venía escalando hace mucho tiempo. Obviamente el conflicto no arrancó el sábado pasado. Pero sí es cierto que el ataque que realizó Hamás y la incursión al territorio israelí tuvo una escala que no se veía en mucho tiempo’.

‘La gente no puede salir. Por lo tanto, muchos se están estoqueando de alimentos y de cosas por las dudas, hay mucho miedo. Hay gente también horrorizada del lado de Palestina, de las imágenes que llegaron’, relató Trad. Si bien aseguró que ‘no sintió miedo’, la corresponsal añadió que ‘el ruido de los aviones y de los aviones de guerra son cosas que te crispan un poco’.

Por su parte, Ezequiel Gorenstein (18) había llegado a Israel el 8 de marzo por un plan de estudios que terminaba el 12 de noviembre. Estaba en Tel Aviv cuando sonó la alarma. ‘Tuve que volver lo antes posible para donde estaba, tampoco donde estaba había búnker, entonces fue una situación muy fea, pero bueno, contento de que ya estoy en Argentina’, relató.

‘Por suerte ya estoy acá -dijo a Télam-, ahora, a ayudar a Israel desde acá como se pueda, eso es todo lo que voy a querer hacer’.

Su mamá, Deborah, habló de ‘sentimientos ambiguos’. ‘La verdad es que es un sentimiento muy ambiguo, tenemos derecho a vivir en tranquilidad y que ellos se sientan tranquilos. Feliz que él está acá, que está bien y que está salvo. Pero la verdad es que fue horrible. Hamás es terrorismo y quiere impartir miedo en todos nosotros. Apoyamos a Israel en esta lucha de poder vivir con tranquilidad’, dijo.

Irma Nogales (85) se encontraba visitando a su hija que vive en Israel y celebrando el Sabbat (en hebrero, sábado) cuando a la madrugada siguiente ‘empezaron a sonar las alarmas’. ‘Había disparos y como en el edificio había refugio, nosotros bajamos. Luego nos fuimos a la casa de un matrimonio que tenía habitaciones blindadas, pero no podíamos salir a ninguna parte’, relató la mujer.

En este contexto, Nogales decidió que era momento de regresar a Argentina, sin embargo, aseguró que al principio ‘no conseguíamos pasajes porque las aerolíneas no entraban al territorio, estábamos prisioneros’.

Por este motivo, ‘recurrimos a Cancillería y por suerte conseguimos regresar. Estamos muy agradecidos, se portaron muy bien’, señaló.

Con ‘mucho alivio’ por estar de regreso en su país, los primos Enzo (16) y Paulina (17) de la ciudad de Santo Tomé, Santa Fe, se reencontraron con sus familias y destacaron que ‘el viaje en Hércules estuvo muy bueno, y los militares también fueron muy buena onda’. ‘Nosotros dijimos ‘si se pone un poco más heavy la situación, nos vamos’, y se está poniendo cada vez peor. Por suerte pudimos venir todos juntos con nuestros amigos’, aseguraron los jóvenes.

Luego de reencontrarse con su papá Claudio y su familia, Francisco expresó su ‘seguridad’ al estar de vuelta en Argentina: ‘Estaba asustado porque veía los ataques y quería volver, pero ahora me siento seguro’, contó. Y reveló que al viaje ‘cansador por tantas horas de vuelo’

 

Riesgo inminente

Altos funcionarios de EEUU advirtieron ayer que la guerra entre Israel y el grupo militante Hamás podría derivar en un conflicto más amplio en Oriente Medio, y afirmaron que les preocupa que el grupo libanés Hezbolá pueda atacar el norte de Israel o que Irán se involucre.