En su primer discurso como senadora del período 2017-2023, Cristina Fernández de Kirchner mencionó en varias ocasiones el término anglosajón lawfare. Se trata de una contracción de law(ley) y warfare (guerra), que refiere a una “guerra jurídica”: el uso del sistema judicial para desacreditar a un adversario político.

El neologismo fue creado por el profesor Charles J. Dunlap Jr., de la Duke University School of Law estadounidense. En 2001 lo definió, para el Harvard's Carr Center, como “el uso de la ley como un arma de guerra”.

La expresidenta se apoyó en esta idea para defenderse de su situación judicial, luego de que el juez federal Claudio Bonadio pidiera su detención el pasado 7 de diciembre, luego del correspondiente desafuero. Así lo explicó Cristina en la Cámara de Senadores:

“Esta utilización del poder judicial para estigmatizar dirigentes no es un atributo argentino. El lawfare, término acuñado en Estados Unidos y desarrollado en la Universidad de Harvard, habla de la utilización del aparato judicial para, articulándose con los medios de comunicación, provocar condenas previas, sin juicio, a dirigentes políticos de la oposición”, argumentó Cristina.

“Lawfare significaría la utilización de la ley y de los procedimientos jurídicos como arma de guerra: elegido un sector, por ejemplo político, como enemigo, la ley y los procedimientos judiciales son utilizados por los agentes públicos como una forma de perseguir a aquellos que fueron estigmatizados como enemigos”, explicó Maximiliano Rusconi, abogado penalista y defensor del exministro de Planificación K Julio De Vido -hoy preso con preventiva en el penal de Marcos Paz- hoy en una nota publicada en Infobae.

En su explicación, el término describe la situación que viven los acusados de corrupción K que fueron encarcelados desde que asumió el macrismo: “Ningún país se construye con la destrucción judicial del enemigo político. Nadie puede estar en contra del juzgamiento de supuestos hechos de corrupción, pero nadie puede aceptar que con tanta facilidad argumental se encarcelen personas solo por haber sido calificadas de enemigos u opositores”, asegura Rusconi.


Lawfare refiere, así, a la judicialización de la política. La idea del es que distintos actores sociales, desde el Poder Judicial hasta los medios de comunicación, obran juntos en contra de un espacio político, sea este oficialista u opositor.

Dunlap amplió el término, dando más precisiones, en 2007. En un artículo publicado en el Washington times (Lawfare amid warfare), escribió que el lawfare era "la explotación de lo real, percibido, o incluso orquestando los incidentes de violaciones de las leyes de la guerra que se emplean como un medio no convencional de hacer frente a un poder militar superior".

Charles Dunlap, creador del término "lawfare"

Suele usarse más bien en contexto internacional (disputas legales entre estados), aunque Cristina lo utilizó puertas adentro.

El uso del término presenta ciertas controversias que se discuten, en la actualidad, en el ámbito académico.

Andrés Rosler, profesor titular de Filosofía del Derecho en la Universidad de Buenos Aires, explicó a Clarín que encierra una contradicción: “Básicamente es una contradicción en sus términos, ya que se alega que por más que se inicie un proceso legal, que por definición es pacífico en sí mismo, lo que se está haciendo es en realidad la guerra por otros medios. El acto de guerra no usa ni abogados, ni notificaciones, ni juicio, ni nada. Es un acto violento y punto”.

"Por supuesto, existe el derecho de la guerra, con lo cual no es cierto que todo acto jurídico deba ser pacífico. Sin embargo, es absurdo decir que si te aplican el derecho, por ejemplo el Código Penal, te están haciendo la guerra. Me parece de una pobreza conceptual abrumadora querer usar seriamente la idea de lawfare", agregó el académico. 

El término no ha sido acuñado por el Diccionario Inglés de Oxford.