El kirchnerismo mantenía anoche la indefinición en torno a las candidaturas a nivel nacional y bonaerense, tras la confirmación de la fórmula presidencial de Daniel Scioli con Carlos Zannini, mientras el otro aspirante, Florencio Randazzo, resistía el ofrecimiento de bajar a la Gobernación provincial.

Randazzo mantuvo por la tarde una extensa reunión con la presidenta Cristina Fernández en Olivos, en la que le confirmó su decisión de impulsar una fórmula presidencial de unidad para el Frente para la Victoria integrada por Scioli y Zannini. Al término de la charla con la mandataria, Randazzo regresó a su despacho de la Casa Rosada y, en medio de un clima de incertidumbre en la interna oficialista, convocó a todo su gabinete y se retiró de la sede gubernamental sin formular declaraciones.

Según admitieron a DyN dos fuentes kirchneristas y una de la Casa Rosada, la Presidenta, a través de Zannini y del secretario General de la Presidencia, Eduardo Wado De Pedro, negociaba con Randazzo (quien habría evaluado presentar la renuncia a su actual cargo) la posibilidad de presentarse como candidato a gobernador bonaerense acompañado por De Pedro. Así, en un marco de tensión, Randazzo analiza su futuro político.

Otras posibilidades que evaluaban los armadores K, es que Randazzo sea cabeza de lista de diputados nacionales, en la que tampoco se descarta que se presenten los hasta ahora tres precandidatos a gobernadores Aníbal Fernández, Julián Domínguez y Fernando Espinoza.

En caso de que finalmente Randazzo no acepte bajar a la provincia, se evaluaba la fórmula Domínguez-De Pedro para la Gobernación y Aníbal Fernández para diputado nacional, seguido en un tercer o cuarto lugar por el hijo de CFK, Máximo Kirchner.

La situación de Randazzo se puso en juego luego de que el martes por la tarde, en otra reunión en Olivos, Cristina Fernández recibió a Scioli y acordaron impulsar una fórmula presidencial de unidad para afrontar la pelea con la oposición.