Buenos Aires, 23 de septiembre.- El Tribunal Oral de Morón desestimó este lunes los pedido de recusación y de nulidad del proceso realizado por el padre Julio César Grassi, por lo que ahora deberá resolverse si el sacerdote es o no encarcelado.
Así lo anunció la jueza Mariana Maldonado, quien junto a sus colegas Claudio Chaminade y Pablo Lucero deciden si Grassi queda o no preso.
Grassi había recusado por la mañana al Tribunal Oral Criminal N° 1 de Morón, el cual lo condenó a 15 años por abuso sexual y corrupción de menores, y al fiscal que pidió su "inmediata detención".
El fiscal Alejandro Varela sostuvo que el pedido de Grassi era "una nueva maniobra dilatoria"para anular la audiencia para resolver su detención.
"Una vez más asistimos a escritos temerarios, maniobras dilatorias y presentaciones intimidatorias, diciendo que si se lleva esta audiencia adelante se va a denunciar a los jueces por abuso de autoridad o incumplimiento de deberes de funcionario público", se quejó.
El fiscal sostuvo que el planteo "carece de motivación en la exigencia procesal", pero además aseguró que la defensa "no alega ningún perjuicio, solo que no le gusta esta audiencia".
"Pero esto no es una cuestión de gusto, sino de ley. le guste al que le guste y le moleste al que le moleste. Hay que cumplir la ley", sostuvo el fiscal, y luego se sumaron a la negativa los abogados querellantes.
Al concurrir a una audiencia para notificarse de un fallo reciente de la Cámara de Casación bonaerense que avaló una orden de detención en su contra, en persona Grassi recusó a los jueces por parcialidad y al fiscal Alejandro Varela por "enemistad manifiesta".
"Vengo a recusar a los señores jueces (Mariana) Maldonado, (Claudio) Chaminade, y (Pablo) Lucero, ello en cuanto median circunstancias que, por su gravedad, afectan su independencia e imparcialidad", sostuvo Grassi en su recusación.