Monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), recibió ayer la ordenación episcopal en una emotiva y festiva ceremonia en la catedral metropolitana de Buenos Aires, donde agradeció al papa Francisco el obsequio de la cruz pectoral que lo identifica como arzobispo.
‘El otro día el Santo Padre me llamó para decirme que estaba rezando por mí, y me contó que tenía otra cruz pectoral igual a la suya. Entonces me dijo: ’No te hagas hacer una ¿Para qué quiero yo dos cruces si con una me alcanza? Así que si no te parece mal te mando una a vos’. Es esta que llevo puesta‘, indicó.
A la celebración eucarística asistieron el gobernador Daniel Scioli y buena parte de su gabinete, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el director de Cultos porteños, Alfredo Abriani; el jefe del socialismo Hermes Binner e intendentes, entre otros. El ritual de ordenación fue presidido por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, en calidad de consagrante principal, mientras que los co-consagrantes fueron monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina; monseñor Andrés Stanovnik, de Corrientes; monseñor Eduardo Eliseo Martín, de Río Cuarto, y Carlos José Tissera, de Quilmes.
Tras la lectura de la bula papal de nombramiento de Fernández, de 50 años, y la homilía de Poli se dio a conocer una carta del Papa, quien le recordó que ‘la Iglesia te quiere memorioso, esperanzado y constante en el servicio‘. ‘Recuerda, pues, que la iglesia también te quiere alegre, con la dulce y consoladora alegría de evangelizar‘, subrayó el pontífice, tras pedirle a la Virgen María que cuide del flamante arzobispo.
Al término de la misa, Fernández recordó a Alcira Gigena, el pequeño pueblo cordobés donde nació, y agradeció a su familia, sacerdotes y obispos.

