Santiago del Estero, 24 de abril.- Alejandro y Antonio Barrionuevo, gemelos, verán y conocerán a su madre después de 37 años. Ella había viajado a Buenos Aires en busca de trabajo y nunca regresó. La encontraron gracias a la red social Facebook.

Los gemelos Alejandro y Antonio Barrionuevo crecieron bajo el cuidado de sus tíos. Cuando sólo tenían unos meses, su madre se fue a Buenos Aires y nunca más supieron de ella. Luego de una intensa búsqueda y con ayuda de Facebook, dieron con el paradero de María Celia Piñero, su mamá, quien reside a más de mil kilómetros de distancia. El esperado reencuentro se dará en estos días, cuando la mujer viaje a su provincia natal.

“No sé qué le voy a decir, pero seguro se me caerán unas lágrimas”, afirmó Antonio (37). “Tenemos una alegría enorme de poder conocerla. Desde que me enteré de su existencia, se lo comento a todo el mundo”, continuó el hombre. Antonio hoy está casado con Roxana Barranca y es padre de una adolescente de 14 años y un niño de 5.

En 1973, María viajó desde su Añatuya natal a Buenos Aires, para encontrar un mejor futuro. Instalada en la localidad de San Miguel, conoció a su pareja y padre de Antonio y Alejandro. Al poco tiempo, no tuvo más noticias de él y se quedó sola con sus gemelos. Con una situación complicada y sin mucho dinero, viajó nuevamente a la provincia santiagueña.

Allí, habló con unos tíos y les pidió que se quedaran al cuidado de sus chiquitos porque ella retornaría a Buenos Aires para conseguir un empleo. El tiempo pasó, y la comunicación entre madre e hijos se fue dificultando. Se hizo esporádica, hasta desaparecer. Hoy están a sólo unos días del reencuentro.

“¿Rencor? Para nada. La entendemos perfectamente. Si sentimos algún tipo de rechazo, no la hubiésemos buscado tanto tiempo”, aseguró Antonio. La infancia de los hermanos Barrionuevo -apellido del padre que nunca conocieron- transcurrió en la casa de Martín Miranda y Lidia Gómez, sus “papás de corazón”.

“Para nosotros ellos son nuestros padres. Pero así y todo queremos conocer a nuestra verdadera madre y preguntarle muchas cosas que aún desconocemos. Tuvo sus motivos para hacer lo que hizo”, dijo Antonio, quien es dueño de un almacén en Añatuya, ciudad cabecera del departamento General Taborda.

Con ese amor y comprensión, Antonio selló la comunicación diciendo: “La voy a esperar con los brazos bien abiertos”.

En la misma vereda vive su hermano, empleado de una verdulería. “Es obvio que la quiero ver y darle el abrazo más grande del mundo”, aseguró Alejandro. Casado con Silvia -hermana de la esposa de su hermano- y padre de tres hijas, contó cómo dio con el paradero de su mamá.

“El único dato que teníamos era su nombre. Es más, hace poco encontramos la partida de nacimiento, pero con el tiempo se borró y no se leía nada. Así, decidimos buscarla por Facebook y llegamos a que vive en Buenos Aires. Como nuestro hermano (de corazón) vive allá, le dijimos que colabore en la búsqueda”, explicó.

Fue entonces Luis Miranda, quien vive desde hace 20 años en Merlo, Buenos Aires, quien se convirtió en el lazo entre los gemelos y su madre. “Cuando vi que ellos la habían encontrado por Facebook, pensé rápidamente en darles una mano”, contó Luis en diálogo con este medio.
“Viajé dos horas en colectivo para verla. Tardó unos días en entrar en confianza. Recién a la semana me contó bien cómo fue todo”, recordó. Inmediatamente, Luis le facilitó el número de sus hermanos, y desde hace tres semanas se comunican todos los días.

Hoy, Alejandro y Antonio viven un momento de gran felicidad por haber hallado a su mamá luego de 37 años. “Sabemos que ella prometió volver”, dijo por último Alejandro. Y esa promesa, finalmente, está por convertirse en realidad.