El Banco Central (BCRA) acordó ayer con un grupo de bancos internacionales un préstamo de 5.000 millones de dólares, con el objetivo de reforzar el sistema de reservas para mantener la calma frente a la salida del cepo.
El préstamo se concretó ayer y las distintas entidades financieras ya realizaron la transferencia de los fondos.
La operación se estructuró con los bancos J.P. Morgan, UBS, Citigroup, Deutsche Bank, HSBC, Santander y BBVA y devengará un interés de LIBOR más 6,15 por ciento.
En un comunicado, el BCRA calificó el préstamo ‘Operaciones de pase pasivo por US$ 5.000 millones y un plazo aproximado de 1 año‘.
‘La concertación de operaciones de pase pasivo en dólares estadounidenses contra títulos Bonar 2022, Bonar 2025 y Bonar 2027 en cartera del BCRA, permite a este Banco Central diversificar las distintas opciones utilizadas para cumplir sus funciones de regulación cambiaria y monetaria, mejorando la liquidez en dólares estadounidenses de su activo, y facilitando la capacidad del BCRA para enfrentar shocks externos y evitar así movimientos disruptivos en el mercado local‘, destaca el BCRA.
La autoridad monetaria aclaró que ‘esta operación le permite a esta institución contar con un respaldo adicional de liquidez frente a un contexto aún incierto en los mercados internacionales‘.
‘Esta importante variación en el balance del BCRA se producirá tanto al inicio como al vencimiento de estas operaciones, por lo que este Banco Central publicará diariamente sus reservas internacionales aclarando cuál es el respaldo adicional de liquidez que mantiene por las operaciones concertadas y que se encuentran vigentes‘.
El préstamo comenzó a gestionarse antes de la asunción del presidente Mauricio Macri y se pudo concretar una vez que el gobierno diera nuevas señales de reinserción en los mercados financieros.
Según consignaron los mismos voceros, ‘una de las claves para llevar adelante la operación fue la vuelta a las auditorías con el FMI‘, anunciada en Davos la semana pasada. Otro de los elementos que pesó en la decisión de los bancos fue la posibilidad de un acuerdo con los holdouts para poner fin a la crisis de la deuda que impide reanudar los pagos a los bonistas que entraron en el canje y que puso al país con una calificación de la deuda soberana en ‘Default Técnico o Selectivo‘, de acuerdo con los estándares de las agencias calificadoras de riesgo crediticio.
