Nadie se explicaba por qué en medio de la conmoción local e internacional por los incidentes que derivaron en la suspensión de River-Boca por la final de la Copa Libertadores el principal responsable de la seguridad del partido fue ratificado varias veces y seguía en su cargo. Sin embargo, ayer -por presión directa del presidente Mauricio Macri, que acusó el impacto del escándalo-, renunció Martín Ocampo, ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).

Es la primera cabeza en rodar tras el escándalo del que se habla en todo el mundo a pocas horas del banderazo inicial de la Cumbre del G-20 que convocará en Buenos Aires a los principales líderes mundiales el 30 de noviembre y 1 de diciembre.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó por la tarde en una rueda de prensa que Ocampo le presentó su dimisión por los disturbios ocurridos el sábado cerca del estadio Monumental de

River Plate, y adelantó que su vicejefe, Diego Santilli, asumirá sus funciones al frente del Ministerio de Seguridad. Para ello, se evalúa el mecanismo al cual recurrirá la Ciudad para habilitar la doble función que tendrá Santilli a partir de ahora en el gobierno porteño que quedó bajo la lupa por el fallido operativo de seguridad del sábado pasado. Alguien tenía que asumir el costo político del escándalo, más aún cuando el propio Rodríguez Larreta reconoció que había fallado el operativo de seguridad alrededor de la superfinal. De todos modos, ayer, como lo hizo antes, volvió a cargar tintas y apuntó directamente a los barras de River a quienes culpó por el ataque al micro de Boca que terminó con varios jugadores lesionados.

Sobre la doble asunción de Santilli, fuentes del Ejecutivo consultadas por Télam mencionaron la posibilidad de invocar el artículo 99 de la Constitución de la Ciudad, que refiere a las funciones del vicejefe de Gobierno. Allí, se sostiene que "el Vicejefe de Gobierno ejerce las atribuciones que le delegue el Jefe de Gobierno", por lo cual el titular del Ejecutivo, Horacio Rodríguez Larreta, podría habilitar a Santilli a que coordine las funciones que ejerce la cartera de Seguridad y Justicia. De avanzar esta idea, Santilli ejercerá dos roles: como vicejefe de Gobierno y ministro. Esta situación dentro del Gabinete porteño tiene como antecedente la gestión de Jorge Telerman, cuando ocupando el sillón de vicejefe de Gobierno de Aníbal Ibarra fue también ministro de Desarrollo Social. Por otro lado, analizan otro camino que contempla el envío a la Legislatura de una iniciativa que modifique la ley de ministerios de la Ciudad, tal como se realizó cuando se suprimió la cartera de Innovación que conducía Andrés Freyre.

Tras su salida, Ocampo -compadre del presidente de Boca Daniel Angelici (él es padrino de un hijo del jefe xeneize y viceversa)- analiza volver a ocupar su puesto al frente del Ministerio Público Fiscal porteño, en el cual pidió licencia para formar parte del gobierno de Rodríguez Larreta.

Ocampo llegó a la cúspide del Ministerio Fiscal por el empuje que ejerció su amigo de la vida, Daniel Angelici, ante el propio Macri en 2014 cuando todavía era el jefe de la Ciudad. Inmediatamente se convirtió en hombre de confianza del hoy Presidente en materia jurídica.

Ocampo fue dos veces legislador porteño, como integrante de la bancada del PRO, y llegó al Parlamento de la mano del actual presidente del Club Boca Juniors. Antes, había sido Ocampo quien se pusiera la campaña al hombro para llevar a Angelici a la presidencia de Boca en 2011.


Enroque en la Ciudad
 

"Las tareas" en la vicejefatura serán absorbidas por Matías López, actual secretario de Desarrollo Ciudadano. Así lo confirmó el propio Rodríguez Larreta en conferencia de prensa. No hace falte que Santilli renuncie a su puesto a su cargo. Por su parte, Marcelo D"Alessandro, secretario de Seguridad, seguirá en su puesto.