Después de un día de tensión y polémica, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, aceptó ayer presentarse a declarar como acusada en una causa por supuesto fraude y entonces la Justicia levantó la orden de detención que pesaba sobre ella y la eximió de prisión, tal como había pedido su defensa al ofrecer su comparecencia en los próximos días.
La medida fue dispuesta por el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, que sustancia la causa por el plan de viviendas llamada ‘Sueños Compartidos‘ donde están imputados la dirigente, los hermanos Sergio y Pablo Schoklender y el detenido exsecretario de Obras Públicas José López, entre otros.
Pero a la vez se investiga si alguien la ayudó a evadir la acción de la justicia, según fuentes judiciales. ‘Celebro esta presentación y la muestra de racionalidad‘, dijo el juez a los periodistas de tribunales, luego de que Bonafini informara su voluntad de presentarse a declarar.
Primero un abogado de La Plata, Juan Manuel Morente, que el jueves había acercado la carta de la jefa de las Madres diciendo que era víctima de la ‘mal llamada justicia‘, se presentó oficialmente como defensor, mientras un letrado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en su rol de querellante, solicitó buscar canales de diálogo para descomprimir la situación.
El letrado Eduardo Fachal había dicho que ‘como abogado tengo que hacer cumplir las leyes vigentes, y en ese sentido, fue lo que le recomendé a Hebe en ese momento. Yo le recomendé que fuera y que declarara‘.
Por su parte, referentes de derechos humanos criticaron el procedimiento para detenerla, pero advirtieron que ‘todos somos iguales‘ ante la ley. No obstante, desde el kirchnerismo siguieron cuestionando al juez y defendiendo a rajatabla a la referente de los derechos humanos.
Finalmente, bajo juramento, Bonafini, de 87 años, quedó con la garantía de libertad al aceptársele la exención de prisión y levantarse la orden de detención, pero aún no se sabe cuándo y dónde será indagada. El abogado que se presentó ayer como defensor pidió que fuera interrogada este mismo viernes y en la sede de la Fundación a raíz de su edad, pero el juez Martínez De Giorgi pidió ampliar la justificación para saber si la dirigente no podría asistir a los tribunales.
Mientras la información del levantamiento del arresto llegaba a los periodistas, Bonafini emprendía su anunciado viaje a Mar del Plata a un encuentro político, después de 24 horas de tensión en la que estuvo técnicamente en calidad de prófuga. Un rato antes, había desafiado nuevamente al juez: ‘No tiene vergüenza el juez, no hizo nada por esta causa desde hace mucho‘.
Bonafini debía presentarse el 7 de julio a indagatoria, por haber firmado un acuerdo con el entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada durante 2008 y 2010 en donde la cartera entregó 58 millones de pesos como asistencia a trabajadores de la construcción que dependían de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, pero se cree que los trabajadores no recibían los 600 pesos mensuales que se había acordado.
Esa es una de las irregularidades detectadas en el marco de la causa ‘Sueños Compartidos‘, donde se investiga un desvío de unos 206 millones de pesos que el Estado entregó a la fundación. Bonafini le advirtió públicamente al juez que no iría y tampoco fue a la segunda citación, fijada para este jueves. El juez entonces la declaró en rebeldía y ordenó su detención en un allanamiento a la sede de las Madres, pero la dirigente logró esquivar a la policía y fue a la Plaza de Mayo a hacer su tradicional ronda. DyN

