Pulgar arriba y felicidad para el pequeño luchador

Este sábado, los móviles del Comando Radioeléctrico de San Luis aprovecharon el horario de relevo y en caravana se condujeron hasta la casa de Lionel, un pequeño que lucha por vivir y que no deja de soñar con ser un hombre de la ley. Claudio Guiñazú es el tío de Lionel, y es además un integrante del Comando Radioléctrico de la Policía de la Provincia. 

Guiñazú junto a sus compañeros golpearon la puerta de Lionel el sábado, después del mediodía y lo sorprendieron. Estacionaron los móviles frente de su casa, en el barrio 500 Viviendas sur, y dejaron sonar las sirenas. Hicieron todo para que por algunos minutos el niño sintiera lo más cerca posible el mundo policial del que quiere ser parte cuando sea grande.

No hay un efectivo del Comando que no conozca la historia del Lionel y por eso sabían cómo lo inspira y lo llena de ánimo el protocolo policial, la vestimenta y los vehículos que existen para luchar contra el delito. “Un día me dijo, así de la nada que su sueño era ser policía. Entonces pensamos que esta era una manera de darle ánimo, porque las quimios lo ponen muy mal. Y realmente fue una gran felicidad, tanto que ahora quiere la ropa de policía, porque tiene una gorra que le llegó de regalo”, contó el policía.

Lionel posó como un hombre de la ley

También resaltó que solo tiene “palabras de agradecimiento a los jefes del Comando que autorizaron esto” y a los compañeros “porque estamos todo el tiempo haciendo cosas para ayudar en su tratamiento, por ejemplo, hoy hicimos un bingo”. Pensando en su bienestar, el tío contó que también están por construir una habitación aparte de la casa para que el nene tenga su propio ambiente.

Lionel recibió el cariño de los policías, se sacó fotos y pudo conocer por dentro uno de los patrulleros que fueron hasta su casa. Los vecinos fueron testigos del momento y hasta se escucharon aplausos y muchos agradecimientos. Algunos familiares subieron el emotivo video a las redes sociales y casi en 24 horas ya lo habían visto más de 14 mil persona.

Fuente: El Chorrillero