San Juan, 4 de abril.- La tormenta e inundación en La Plata, que ya se cobró unas 48 víctimas fatales, obligó a las autoridades a evacuar a unas 3 mil personas y generó daños multimillonarios, sorprendió a varios sanjuaninos que eligieron vivir allí o pasar el último fin de semana largo. Diario de Cuyo Online pudo comunicarse con dos de ellos para conocer su historia.
Soledad Gouric es sanjuanina, pero llegó en los 90´ a la ciudad de las Diagonales y se quedó a vivir. Por estas horas vive momentos dramáticos ya que la lluvia inundó su casa y afectó todos sus bienes materiales.
“No tengo luz ni agua, mi casa está inundada. Tengo poca batería en el celular y la ahorro para poder comunicarme con mis seres queridos que están en la misma situación que yo”, relató brevemente la mujer. Graciela, su mamá que vive en Rivadavia, aseguró que las comunicaciones son casi imposibles, pero que por mensajes de texto Soledad aseguró estar “bien”.
Esta última Semana Santa será inolvidable para otro comprovinciano, es que Cristian Cosentino decidió aprovechar sus días libres para visitar a amigos que estudian en la zona más afectada por la tormenta. Aunque el joven ya regresó a la provincia, fue testigo de las horas de caos que vivieron los ciudadanos platenses.
“Donde yo estaba, en calles 64 y 12, el agua no llegaba al metro y tapaba la rueda de los autos. En el hospital de niños, ubicado justo en frente, se había quemado el generador de energía y estaban pidiendo por favor que les diéramos una mano con el tema de Terapia Intensiva porque estaban complicadísimos, desesperados”, contó el joven.
Cristian relató que pese a encontrarse en un piso 12, la intensidad del viento y la lluvia generó que el agua ingresara pese a tener las ventanas cerradas. “Nos entraba agua por todos lados. Estaban todas las ventanas cerradas y les poníamos toallones, pero se nos inundó igual. Fue un rato complicado el que vivimos ahí”, agregó.
El hombre llegó a la provincia ayer gracias a la cercanía del departamento en el que se encontraba con la Terminal de Ómnibus.
Son varios los sanjuaninos radicados en aquella ciudad, pero son pocos los que pudieron comunicarse con sus familias de manera telefónica. Sin embargo, por medio de mensajes de texto pudieron confirmar que se encuentran bien y que con el correr de las horas la situación vuelve a la normalidad.