Buenos Aires, 11 de marzo.- Al menos 50 personas permanecen evacuadas y cientos de alumnos de escuelas primarias del interior de Santiago del Estero se encuentran sin dictado de clases debido a las inundaciones que anegaron establecimientos educativos y caminos de acceso.

El problema está centralizado en los departamentos Figueroa y Salavina, donde las aguas de los ríos Salado y Dulce salieron de sus cauces y anegaron miles de hectáreas. Una decena de escuelas rurales no pueden funcionar por efecto de las inundaciones de los parajes en los que están emplazadas, ya que los estudiantes tienen dificultades para poder llegar hasta ellas.

Uno de los efectos de los desbordes es precisamente la incomunicación de las poblaciones, dado que el agua dejó intransitables la mayoría de los caminos vecinales. Según estimaron fuentes de Defensa Civil de la provincia, el fenómeno afecta a más de 5.000 pobladores de las zonas ribereñas, particularmente los del río Salado.

Más de 500 familias reciben asistencia con víveres y artículos de primera necesidad, pues se resisten a abandonar sus humildes moradas, porque no pueden controlar sus rebaños y por temor a que les roben sus pocas pertenencias. Hasta hoy hay 50 evacuados en una dependencia del Obispado de Añatuya, en la localidad norteña de Santos Lugares, pero se estima que este fin de semana se puede incrementar esa cantidad. Los operadores de la presa El Tunal, en el sur de la provincia de Salta, hace 48 horas comenzaron a erogar 350 metros cúbicos por segundo, cuando el caudal habitual va entre 20 y 40 metros.

De hecho, se convirtió en la mayor creciente de las últimas décadas, motivo por el que el Comité de Emergencia está en máxima alerta por las consecuencias que tendrá en distintos puntos de la provincia esa masa hídrica, indicaron fuentes que lo integran.