Desde su cargo de embajador se encargó de bajar la presión surgida desde hace largo rato entre el presidente electo de Argentina, Javier Milei, y su par de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva. En el momento más álgido del cruce, con acusaciones de 'corrupto', entre otras, del lado de Milei y de 'comunista, loco, ect', del lado de Lula, salió a pedir responsabilidad. Y ayer, fue clave para preparar el desembarco de incógnito que hizo en Brasilia la canciller designada, Diana Mondino, para llevar la carta de Milei a Lula para invitarlo personalmente a su asunción el 10 de diciembre. Y así terminó de madurar lo que sonó como posibilidad durante la semana anterior: Daniel Scioli finalmente seguirá al frente de la embajada argentina en Brasil cuando arranque la gestión de Milei. Así, otro peronista de fuste se suma al gobierno de ultraderecha de La Libertad Avanza (LLA). Siendo embajador, Scioli se mandó solo y se puso al frente de una lista como precandidato presidencial del peronismo, y aunque parecía firme en su intención de volver a presentarse como en 2015, fue forzado a replegar velas en favor del 'candidato único' de Unión por la Patria, Sergio Massa.

Ahora vuelve a tener bajo su responsabilidad la misión de acercar posiciones entre los mandatarios de los países vecinos y principales socios del Mercosur. Cuando asumió en principios de 2020, Alberto le confió encarrilar las difíciles relaciones bilaterales del gobierno de centroizquierda del Frente de Todos con el de ultraderecha de Jair Bolsonaro que representaba la antítesis de Lula para el kirchnerismo. Y cuando el entendimiento, clave para el comercio bilateral parecía como una meta lejana, Scioli logró encaminar y reactivar los acuerdos. Su dotes de dialoguista y negociador, que lo llevó a desempeñar distintos cargos a lo largo de las gestiones peronistas, vuelven a pesar, aunque en un gobierno de idiología completamente contraria a las ideas que promueve el peronismo. Ahora va de nuevo, con la experiencia como su principal bandera. En eso confía Milei para que el vínculo con el gobierno de Lula Da Silva fluya sin grandes conflictos y con un objetivo común. Ahora solo resta que el Senado le da al aval a su pliego que ahora deberá presentar La Libertad Avanza.

El canciller de Mauro Vieira saludó calurosamente su continuidad de Scioli al frente de la delegación diplomática.