Buenos Aires.- Argentina fue el primer país del mundo en declarar el Día del Niño por Nacer. Por decreto número 1406/98, del 7 de diciembre de 1998, se expresó la conveniencia de fijar el 25 de marzo de cada año para celebrar este acontecimiento.

‘Siendo la vida el mayor de los derechos del hombre, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible. Sin vida, no hay derechos humanos; sin ellos, no hay libertad’, fueron los fundamentos para el decreto.

‘El derecho de la vida no es una cuestión de ideología ni de religión, sino una consecuencia lógica de la naturaleza humana’, continuó. Intertanto, desde algunos sectores y organizaciones, se viene promoviendo la interrupción del embarazo como modo de fortalecer los derechos de la mujer. Así, se promueve y proclama el aborto legal, seguro y gratuito.

En los considerandos del decreto se recordaba que la calidad de persona, como ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, deviene de una prescripción constitucional. Para nuestra Constitución y nuestra legislación civil y penal, la vida comienza en el momento de producirse la concepción. Por ello, hablar de aborto legal es alzarse contra toda nuestra legislación.

El aborto seguro, es decir que las madres maten a sus hijos en forma segura para ellas, pero cruel y despiadada para quienes no se pueden defender, eliminaría -dicen- ‘la tragedia del aborto inseguro’, para dar lugar a la tragedia de la muerte del hijo por la propia madre.