Virginia Ogando, una mujer de 38 años hija de desaparecidos, decidió quitarse la vida y generó profundo pesar en las Abuelas de Plaza de Mayo y diversos organismos de derechos humanos. El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, por su parte expresó a través de un comunicado su “profundo dolor” y señaló que la joven no pudo superar las “huellas imborrables” del terrorismo de Estado.