Anoche y fiel a su costumbre, Elisa Carrió lanzó mensajes críticos e irónicos puertas adentro de Cambiemos con una serie de tuits. Mientras Mauricio Macri y sus principales ministros intentaban bajar tensión con la UCR, principal socio del PRO en Cambiemos, Lilita tomaba la situación de modo burlón.

No es menor el hecho de que la crisis generada en la coalición gobernante se había generado en gran medida por las críticas de la propia Carrió. Justo cuando el Gobierno intenta cerrar filas con sus aliados para luego avanzar en la discusión por el Presupuesto con el peronismo.

Los radicales se enteraron por los medios de la reunión de los principales dirigentes macristas con gobernadores del PJ y Miguel Pichetto en San Isidro. Esa reunión secreta para avanzar en la viabilidad de un acuerdo por el Presupuesto fue la que terminó de desencajar a los radicales.

A eso se sumó el cruce mediático con Carrió, que “en broma” había asegurado que controlaba a los radicales y más “en serio” señaló la cercanía de Cornejo con el kirchnerismo, la UCR se siente desplazada.

En la reunión, Peña recordó las declaraciones que hizo por la mañana, tras la reunión de Gabinete. “Hay que tener cuidado y no decir cosas por más que sean chistes”, había dicho.

Uno de los principales interlocutores del PRO con la jefa de Coalición Cívica negó que Carrió empuje una ruptura. “Está más macrista que nunca”, dijeron. En el PRO le piden a la aliada que los reclamos sean puertas adentro y no a través de los medios, consejo que esta noche Carrió volvió a desoír.

Macri apeló a la misma estrategia de contención que en cada crisis con los radicales. Con asado y frutillas a la crema de postre buscaron bajar la tensión. "Fue más una reunión de camaradería para bajar la tensión", resumieron en el Ejecutivo. Por las dudas, nadie habló con el micrófono encendido.