Como era previsible, el Gobierno mantuvo ayer silencio sobre el discurso pronunciado por el titular de la CGT, Hugo Moyano, donde ahondó más su distancia de la presidenta Cristina Fernández, renunció a sus cargos en el justicialismo y formuló duros reclamos para su sector. Ningún funcionario oficial salió a replicar las manifestaciones del camionero durante el acto realizado este mediodía en el club Huracán, una actitud que no es nueva ya que en situaciones similares, la Casa Rosada ‘nunca respondió en caliente‘ y siempre es la jefa del Estado la que marca la estrategia.

En efecto, la jefa del Estado tiene previsto encabezar hoy un acto en la provincia de Mendoza y sería la oportunidad para responder a Moyano, aunque ningún vocero gubernamental se animó a dar por seguro que así sea.

En la tarde de ayer, la Presidenta permaneció en la residencia de Olivos donde no se informó de su agenda, pero trascendió que se dedicó a analizar puntillosamente cada párrafo del discurso del titular de la CGT junto a sus colaboradores más cercanos. Lo cierto es que hasta que Cristina Fernández no dé la orden, no se escuchará ninguna voz desde el gobierno sobre el tema. Pero está claro que el tema molestó al oficialismo.

El diputado Carlos Kunkel manifestó su enojó, cuando la agencia DyN lo consultó sobre el tema, y cortó abruptamente. Uno de los pocos kirchneristas que habló al respecto -ni siquiera hubo expresiones a través de las redes sociales, como Twitter- fue el titular de la Federación de Tierra y vivienda, Luis D’Elía, quien estimó que ‘debe primar el sentido común‘ y la presidenta Cristina Fernández y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, ‘tienen que sentarse y superar sus diferencias en pos de la unidad del pueblo‘. ‘Creo que el movimiento nacional y popular no puede volver al ’74‘, señaló D’Elía en alusión a las disputas de aquella época entre sectores del justicialismo por lo cual consideró que el Gobierno y la central obrera deben buscar la manera de dialogar.

El que sí habló, entre muchos dirigentes opositores, fue el jefe del Ejecutivo porteño, Mauricio Macri, que pidió ‘bajar el nivel de agresión‘ para evitar que se produzca un conflicto similar al que generó la 125 con el campo, al opinar sobre la disputa entre el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el gobierno nacional.