En la sede del Instituto Antonio Próvolo de Mendoza, destinada a niños sordos e hipoacúsicos y sobre el que se denunciaron en la Justicia abusos sexuales a una veintena de menores por parte de sacerdotes y empleados de la institución, no se iniciará el próximo ciclo lectivo y los alumnos concurrirán a otros establecimientos, informó hoy la Dirección General de Escuelas (DGE).

La medida tomada por el gobierno provincial regirá hasta que la Justicia dicte sentencia en los hechos investigados y los alumnos - a pocas semanas de comenzar un nuevo ciclo lectivo- serán reubicados en otros establecimientos educativos.Además, según informaron esta tarde, Francisco Fernández, director de Asuntos Jurídicos, y Beatriz Della Savia, directora de Educación Privada de la DGE, la referida institución dejará de recibir los subsidios que le aportaba el estado provincial.

Según la Resolución 93/2017, el instituto no podrá prestar servicios educativos en ninguna modalidad hasta que se dicte sentencia en las causas penales, iniciadas tras los abusos sexuales perpetrados por curas y por parte del personal contra los niños y adolescentes que estudiaban en ese lugar.También se abrirá un sumario administrativo tras detectar irregularidades técnicas y pedagógicas en el Instituto, se informó.

La denuncia judicial de una mujer sorda a fines de 2016 provocó la inmediata detención de dos sacerdotes y tres empleados que cumplían funciones en el Instituto Antonio Próvolo para niños con hipoacusia, donde ya se comprobaron abusos a unas veinticinco víctimas menores de edad, hechos de zoofilia y la derivación de posibles casos similares en la sede de La Plata de esa misma institución religiosa.

Los abusos sexuales cometidos por curas y civiles se conocieron en noviembre e inmediatamente la Fiscalía logró la detención del sacerdote italiano Nicolás Corradi, de 82 años, quien tenía acusaciones similares en Verona en los años ’80 y fue trasladado a Mendoza; el cura Horacio Corbacho, de 55; el monaguillo Jorge Bordón, de la misma edad; el ex empleado del instituto José Luis Ojeda, de 41, quien también es sordo como los alumnos, y el jardinero Armando Gómez, de 46 años.

Los cinco fueron imputados por los delitos de ‘abuso sexual agravado por guarda y corrupción de menores‘ y están detenidos en la cárcel mendocina. El Instituto Antonio Próvolo es propiedad de la Obra San José y está ubicado en la calle Boedo 385 de Carrodilla, donde se dicta educación para chicos sordos e hipoacúsicos, algunos de los cuales van a clases y vuelven a sus casas, mientras que otros se quedan internados porque llegan desde otros pueblos y provincias.