Buenos Aires, 8 de marzo.-Dentro de las mil empresas más importantes del país, sólo el uno por ciento cuenta con presidentes corporativos o CEOS que son mujeres, y el panorama a futuro no presenta muchas variantes, según una especialista en el tema.

La periodista Laura Di Marco realizó una investigación sobre la presencia de las mujeres en los lugares decisorios de las grandes corporaciones asentadas en la Argentina, y concluyó que sólo el 1 por ciento de las mil empresas más importantes cuentan con mujeres al frente.

Este relevamiento, que determinó haber entrevistado a doce de esas mujeres, fue volcado en el libro "Las Jefas" editado en el 2009, y en la actualidad la situación sigue sin muchas variantes, según consideró la propia Di Marco.

Di Marco entrevistó a directivas de empresas como Pepsico, Microsoft, Hewlett Packard, Unysis, MTV, Nutricia-Bagó, entre otras.

Del 2009 a la fecha, algunas de esas CEOS dejaron de serlo porque cambiaron de compañía o se alejaron de esas empresas. "Son trabajos de mucha rotación", acotó Di Marco.

Dijo que en los Estados Unidos el panorama no es muy diferente y que el porcentaje de participación femenina en esos altos cargos se eleva al 2 por ciento. La diferencia es que en ese país existen políticas de cupos que incentivan la participación de las minorías y la diversidad.

"La sensación es que las mujeres han llegado a todos lados pero no es así. Lo que pasa es que las mujeres CEOS son muy visibles" y no dejan de ser una excepción en el mundo empresarial, reconoció.

La investigadora señaló que "en el 60 por ciento de las empresas argentinas no hay mujeres en cargos ejecutivos, pero sí hay muchas en gerencias intermedias, especialmente en las pymes", detalló.

"En el común de las empresas si no son situaciones heredadas las mujeres no llegan a CEO. En general, el prejuicio es que las mujeres no tienen capacidad para gestionar", describió.

Para Di Marco, las CEOS mujeres son "casos especiales, excepcionales y disciplinadas". "En general han hecho pareja con hombres menos narcisistas, que las han acompañado en su crecimiento. En general los esposos tienen cargos menos demandantes y han contribuído al desarrollo de la familia", señáló.

"Muchas de estas mujeres CEOS conocieron a sus esposos en la universidad y luego crecieron juntos" como pareja, describió.

"Estas mujeres CEOS se creen excepcionales y en parte lo son porque creen que lo han hecho todo para llegar", asegura Di Marco.

A pesar del sitial alcanzado, a criterio de Di Marco, "estas mujeres triunfadoras en las empresas no son agentes de cambio. No les cambian las vida a otras mujeres. No tienen conciencia de género. Piensan que si ellas pudieron, las demás lo podrán hacer y por lo tanto no discuten el diseño de la distribución del poder dentro de las corporaciones".

"En general estas CEOS no están de acuerdo con políticas de flexibilidad dentro de una empresa. Si tienen que faltar al cumpleaños de su hijo, faltan. Tienen energía masculina", describió.

Al preguntársele si estas mujeres tienen el deber moral de abrir el camino a sus congéneres, contestó que las CEOS tienen una actitud pragmática y consideran que su labor dentro de las empresas es lograr el objetivo de "reestructurar o aumentar la facturación".

La hipótesis desarrollada en el libro es que gran parte de las CEOS argentinas surgieron con la crisis del 2001, época en la que "muchas gerentas fueron promovidas", para pilotear la crisis.

"Estas mujeres tienen desarrollado el pensamiento lateral, matrístico, que significa que pueden atender varios frentes a la vez, varios problemas al mismo tiempo, situación que se da en épocas de crisis. Son mujeres que manejan la incertidumbre mejor que los hombres", describió.

Al describir a las CEOS en general dijo que "están dispuestas a aceptar nuevos desafíos, a salir de la zona de comodidad. Saben manejar el miedo. No creen que por ser mujeres las cosas le cuestan el doble. Se centraron en el camino y no en el obstáculo", concluyó.