Las tarifas de gas domiciliario de todo el país, incluida la provincia de San Juan, sufrirán a partir de abril una quita de subsidios de entre 17 y 80 por ciento, según el consumo bimestral, que por su impacto en el valor final de las facturas podría representar un aumento de bolsillo de hasta un 262 por ciento. Teniendo en cuenta los valores actuales, el aumento mínimo acumulativo para un consumidor R1, es decir, el que menos paga, será de 20 pesos. Mientras, que para un gran consumidor (R3-4) el aumento será de 850 pesos -ver infografía.
Este será también el impacto de las medidas en San Juan ya que las tarifas locales son ‘básicamente las mismas que en Buenos Aires’, según confirmó ayer a DIARIO DE CUYO el secretario de Servicios Públicos de la provincia, Daniel Campos.
En esta reducción de subsidios queda exenta la industria para ‘no quitarle’ competitividad a este sector clave de la economía. Tampoco se verán afectados los beneficiarios de planes sociales, entre otros -ver recuadro-.
La quita también rige para el servicio de agua potable y cloacas de empresa Aysa, por lo tanto sólo afecta a los usuarios de Buenos Aires y Capital Federal.
Estas medidas fueron anunciada por los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación, Julio de Vido y abarca a los consumidores residenciales, los comercios y los usuarios de GNC, excluyendo a la industria, lo que le permitirá al Tesoro un ahorro de alrededor de 15 mil millones de pesos anuales, equivalentes a 11,8 por ciento del gasto total en subsidios de 2013, que alcanzó a 134.114 millones de pesos.
Se trata de lo que el Gobierno nacional llama ‘una reasignación de subsidios’ ya que lo que los fondos que se recauden por el aumento de la tarifa se destinarán a dos programas sociales: La Asignación Universal por Hijo (AUH) y el plan PROGRESAR que asiste a jóvenes de entre 18 y 24 años con un incentivo de 600 pesos mensuales para que retomen los estudios en cualquiera de los tres niveles educativos.
La reducción de subsidios se aplicará, en todos los casos, gradualmente en tres etapas: abril, junio y agosto. Y, según explicó De Vido, implicará un aumento de la tarifa bimestral ‘de entre 20 y 76 pesos para 55 por ciento de los hogares, con disminución del subsidio de entre 17 y 23 por ciento‘ y de 150 a 850 pesos para 45 por ciento restante, con merma del subsidio de entre 33 y 80 por ciento.
Por ejemplo, a consumidor R1 se le reducirá el subsidio en total un 17%: un 7% en abril, 5% en junio y otro 5% en agosto. Esto implica un aumento en pesos de 8, 6 y 6 pesos en los tres tramos. Es decir, que de los 20 pesos que paga actualmente pasará a pagar 28 pesos en abril, 34 en junio y 40 en agosto. O sea, que pagará 20 pesos de aumento, exactamente 100% más. En otra banda, los que hoy pagan 35 pesos (R2-2) tendrán una quita del subsidio de 20 por ciento y desde agosto pagarán 50 pesos más, es decir 85 pesos, lo que representa una suba de 142,85%. En tanto, las boletas de los que más gas consumen pasarán de 325 a 1.175 pesos cuando en agosto se complete la quita de subsidio, lo que representa un alza de 262%, tras el retiro de los subsidios.
Para los comercios, la quita de subsidio será de entre el 3 y el 12 por ciento en el acumulado de las tres etapas y para el GNC implicará un incremento de ‘entre 0,6 y 1,5 pesos por día para el 55 por ciento‘ de los usuarios y de ‘cinco pesos por día‘ para el 45 por ciento restante.

