Según se informó en un comunicado, el docente fue condenado por infracción al Código de Convivencia Ciudadana, al encontrarlo “responsable de realizar comentarios inapropiados acerca del cuerpo de los y las estudiantes, de su vida sexual, de observar de manera intimidante los glúteos y pechos de las estudiantes, de realizar comentarios despectivos en contra de personas homosexuales y de hacer gestos con su lengua y labios de manera lasciva”.

El Ministerio Público Fiscal calificó las conductas desplegadas por el profesor de “actos contra la decencia pública” y “hostigamientos” en concurso real, ambos agravados por su condición de funcionario público y por mediar violencia de género.

En la resolución, la Ayudante Fiscal le impuso al docente la pena de trabajo comunitario y la realización de un curso sobre violencia de género.

Al mismo tiempo, recomendó a la escuela difundir información para desnaturalizar prácticas de abuso de poder y violencia de género.

Para resguardar los derechos de las y los adolescentes, no se difunde el nombre del docente ni de la institución educativa involucrada.