El informe pericial realizado por el FBI sobre muestras genéticas secuestradas en el marco de la causa por el crimen de Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en Río Cuarto, Córdoba, comenzó este mediodía a ser traducido en el Palacio de Tribunales 1, de la capital provincial.

De la diligencia participaban el fiscal de la causa, Javier Di Santo, cuatro peritos designados por la fiscalía y dos de parte, uno en representación del imputado Facundo Macarrón, hijo de la víctima, y otro del Gastón Zárate, el pintor también acusado del hecho.

Las conclusiones periciales del FBI llegaron a la Argentina el martes de la semana pasada y al día siguiente fueron llevadas a la ciudad de Córdoba, donde quedaron a resguardo del fiscal para ser traducidas. El defensor del hijo de Dalmasso, Marcelo Brito, confirmó la realización de la traducción, estimando que "puede estar lista esta misma tarde, ya que parece el informe parece ser breve". El resultado es considerado vital para el avance de la pesquisa, ya que en las pruebas de cotejo genético se centra la mayoría de las expectativas de resolución del caso. El estudio realizado por el FBI está basado en rastros genéticos obtenidos en la casa de Dalmasso, quien fue hallada asesinada el 26 de noviembre del 2006 en su habitación de su casa del barrio Villa Golf. Por el crimen, Di Santo mantiene imputados al hijo de la víctima y al pintor Zárate, el primero tras el hallazgo de material genético que lo comprometería y el otro en base a dichos de testigos. El estudio realizado por el FBI consta de una comparación entre las muestras genéticas levantadas en la escena del crimen y los ADN de 28 personas que estuvieron en la casa de la familia tras el hallazgo del cuerpo de Dalmasso. Las comparaciones en las que se centra la mayor atención son las de Facundo Macarrón, su Padre, Marcelo, y su abuelo, ya que en estudios previos a los del FBI se hallaron indicadores que remitían a la existencia de muestras genéticas que se correspondían con la rama paterna de esa familia. También se analizan muestras del pintor Zárate y de otras 24 personas, entre ellas el propio fiscal y el un cura amigo de la familia, que estuvieron en la casa de Dalmasso tras el crimen y pudieron haber contaminado la escena.