Condimento político. Daer y Acuña admitieron que convocaron al paro porque "la gente nos estaba pidiendo alguna manera de acción" para enviar un mensaje al gobierno nacional.

La CGT y las CTA evaluaron ayer que el quinto paro al gobierno de Mauricio Macri, con huelga de transporte por 24 horas, fue "muy efectivo", incluso "contundente", ya que se hizo sentir sobre todo por la falta de colectivos, trenes y aviones. En tanto, el Ejecutivo advirtió que produjo una pérdida superior a los 40.000 millones de pesos y lo consideró "inoportuno".

Los jefes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, en una conferencia de prensa, reclamaron que el gobierno que tome "acciones inmediatas" para "frenar la decadencia social, política y económica" y aseguraron que el paro no fue político. 

Acuña dijo que la medida de fuerza, en la que también hubo piquetes de agrupaciones de izquierda, "no es político, no es contra nadie" pero reconoció que se decidió la huelga porque "la gente nos estaba pidiendo alguna manera de acción" para enviar un mensaje al gobierno nacional. 

Daer aseguró que, además de los sindicatos, "un sector mayoritario del pueblo argentino se sumó a la convocatoria de la CGT para reclamar medidas urgentes de rectificación de las políticas económicas que fueron erosionando la economía".

Luego, Acuña admitió que la medida de fuerza se debe a que "la gente nos estaba pidiendo de alguna manera una acción, encontrar un camino donde le pueda mandar un mensaje a este gobierno". 

En ese sentido, consideró que el gobierno lanzó "cortinas de humo, como los diez puntos que quedaron en la nada" y aseguró que "esta CGT tuvo la prudencia necesaria para el diálogo".

Previamente, en la sede del gremio de Camioneros, Hugo Moyano, argumentó que "estos paros no se hacen por capricho de los dirigentes sino por necesidad" y consideró que "las paritarias tienen que superar la inflación".

Sin embargo, todos los dirigentes que tomaron la palabra reivindicaron su apoyo a la fórmula K que encabeza Alberto Fernández y lleva como candidata a vice a Cristina Fernández. También manifestaron públicamente que iban a sostener el plan de lucha para que el gobierno de Mauricio Macri sea "el último gobierno neoliberal de la historia argentina". 

En este sentido se expresó el jefe de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien la rueda de prensa anticipó que pedirá a la CGT que "encabece un plan de acción" contra la política socio-económica del Gobierno. 

En tanto, el secretario general de ATE, Daniel Catalano, indicó que "el paro fue casi total en los metrodelegados, telefónicos, aeronáuticos y docentes, porque el malestar es insoportable".

El jefe del Sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer, aseguró que "el paro en el sector industrial es unánime y eso tiene que ver con la política económica de este gobierno".

El ministro de la Producción y Empleo, Dante Sica, señaló que "el paro no sólo es inoportuno sino que genera un gasto innecesario". En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, enfatizó que el operativo de prevención implementado a primera hora para evitar bloqueos al tránsito permitió que "esté todo liberado" para que "la gente pueda venir a trabajar". 

"Estamos hartos de los paros, de que cada dos por tres hagan un paro. Es el quinto paro. Cuando hay un gobierno que no es del partido de los sindicalistas, pasa esto", remarcó.

El paro afectó el funcionamiento de los servicios de colectivos, trenes, subtes, aviones, barcos y camiones, además de los bancos, escuelas y universidades, la administración pública y la justicia.

El paro dejó pérdidas por $40.000 millones

El ministro de Hacienda , Nicolás Dujovne, estimó que el paro general produjo una pérdida al país superior a los 40.000 millones de pesos, unos 6.000 millones más que la protesta del 29 de abril (cuando alcanzó los $34.367 millones), cifra que significa un 0,22% del PBI anual.

Dujovne presentó en la Quinta de Olivos un informe detallado sobre las pérdidas que produce la medida de fuerza en los 16 sectores principales de la economía.

Según la evaluación del Palacio de Hacienda, la industria y el comercio son los sectores más afectados por el paro de la CGT.

Así, el sector fabril registraría pérdidas por 8.167 millones de pesos mientras que en el rubro mercantil se anotaría un perjuicio de 6.935 millones de pesos.

El paro en el transporte, que impidió a muchos trabajadores llegar a sus puestos de empleo, habría registrado una pérdida de 2.064 millones de pesos.

Por su parte, el ministro de Producción y Empleo, Dante Sica, consideró que la medida "tiene más que ver con alguna posición política de algunos dirigentes sindicales de cara al cierre de listas que con una manifestación genuina".

Día tranquilo en  un contexto difícil

Para asegurar el éxito del paro, distintos piquetes de organizaciones sociales y partidos de izquierda bloquearon el tránsito de vehículos en algunos accesos a la capital. No hubo incidentes graves, solo unas escaramuzas que no pasaron a mayores en el puente Pueyrredón.

Pese al paro del transporte, alrededor del 80% de los locales comerciales porteños abrió sus puertas.

Controlada por el peronismo, actualmente en la oposición, la CGT reclama que el Gobierno de centroderecha impulse alzas de sueldos que equiparen la alta inflación -que acumula cerca del 50% en los últimos 12 meses- y que reduzca algunos impuestos que afectan a los trabajadores. Las costosas tarifas de servicios fueron otro de los blancos de la protesta, ya que las fuertes subas que se registraron en los últimos años -con las que el Gobierno buscó reducir su déficit- son una de las causas de que la pobreza creciera al 32% de la población en 2019, según datos oficiales.