Rúbrica. Los documentos fueron firmados por funcionarios argentinos y chinos frente a Macri y Xi Jinping en el quincho de la residencia presidencial de Olivos.

La Argentina y la República Popular China firmaron ayer una treintena de acuerdos comerciales, de infraestructura y de cooperación aduanera.

China es el segundo socio comercial de la Argentina después de Brasil, mientras que nuestro país es el quinto de los asiáticos. En los 30 acuerdos firmados ayer figuran el regreso de las exportaciones de aceite de soja, el envío de arándanos, aportes para extender el Ferrocarril San Martín Cargas hasta Mendoza y terminar de hacer la autopista a la ruta nacional 5, rumbo a La Pampa. También, la concreción de un plan de acción 2019-2023 para la eliminación de la doble imposición fiscal.

Además del acuerdo suplementario para un nuevo swap de monedas de 8.700 millones de dólares, se aprobó un protocolo sobre requisitos fitosanitarios para la exportación de cerezas frescas a China. También se rubricaron acuerdos sobre infraestructura, y otro sobre cooperación fiscal y financiera. Finalmente, entre los temas en común figuraron cuestiones vinculadas a bienes culturales, reconocimiento de títulos, medios públicos, seguridad, medio ambiente, lucha contra la corrupción, adquisición de granos y aceite de soja e inversiones en infraestructura energética para Jujuy.

"Lo que firmamos en esta oportunidad son protocolos para carne ovina y carne caprina de la Patagonia y para caballos en pie. Tenemos una gran industria del caballo en Argentina, tanto el polo donde Argentina claramente es el mejor del mundo en jugadores y calidad de sus caballos, y también somos un productor muy importante de sangre pura de carrera", explicó el canciller Jorge Faurie.

Asimismo, destacó la firma de "un protocolo para cerezas que nos abre un potencial para Mendoza, Río Negro y Neuquén donde se producen unas cerezas maravillosas, un potencial de generar en 10 años hasta 100 mil puestos de trabajo, que es lo que hoy Chile tiene a partir de tener el mercado chino abierto entre otros".

Por su parte, el secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere, apuntó a su vez que está pendiente y se trabaja "de manera muy estrecha" para lograr la habilitación de carne de cerdo argentina y también de la miel argentina para el mercado chino.

"Lo que nosotros ofrecemos es lo que China necesita", apuntó por su parte Faurie. El canciller consideró que "hay que ver el potencial que tiene Vaca Muerta. Con una producción de dos o tres años tendremos energía barata para los argentinos y el resto lo tenemos que exportar. Uno de los mercados potenciales es China. Esto a China le da la certeza de que cuando tenga situaciones de tensión tiene un mercado para recibir esa provisión", señaló. "Ellos pueden invertir en gasoductos o también en la planta de licuidificación, que es necesaria", puntualizó.

Honores al Libertador. La visita de Estado de Xi Jinping comenzó con una ofrenda floral en honor al General José de San Martín.


 

> Un swap por 8.700 millones de dólares

El paso de Xi Jinping por Buenos Aires también implicará un desahogo financiero para Argentina. Los bancos centrales de ambos países firmaron ayer un acuerdo suplementario de "swap" de monedas por 60.000 millones de yuanes, equivalentes a unos U$S 8.700 millones. "Este acuerdo complementa el acuerdo bilateral de swap de monedas firmado entre ambos bancos en julio de 2017. El monto total de los swaps, incluyendo ambos acuerdos, asciende a 130.000 millones de yuanes, que equivalen a 18.680 millones de dólares", señala un comunicado del BCRA.

Este nuevo acuerdo "contribuirá a promover una mayor estabilidad financiera y a afianzar la relación entre ambos bancos centrales" y "facilitará también el intercambio comercial entre ambos países", indicó la entidad presidida por Guido Sandleris.

El swap con China es en la práctica un préstamo sin costo para Argentina, ya que no devenga intereses si no se utiliza y constituye un mecanismo por el cual dos países prometen intercambiar divisas durante un lapso determinado en caso de que el otro lo necesite. En caso de que el Banco Central argentino quiera utilizar el swap para intervenir en el mercado cambiario u otras operaciones, el crédito quedaría activado y empezará a tener un costo financiero que generalmente es menor al de plaza. Este tipo de préstamo lo puso en marcha en 2009 el por entonces presidente del BCRA, Martín Redrado, cuando las reservas en divisas se situaron en un 15% del Producto Bruto Interno (PBI).