La UCR y el PJ se disputarán palmo a palmo la gobernación de Corrientes durante las elecciones de 2013, en un escenario electoral que tiene al gobernador Ricardo Colombi y al intendente de esta capital, Carlos ‘Camau‘ Espínola, como los más firmes candidatos al sillón de Ferré.
Corrientes es el único distrito del país administrado por el radicalismo, fuerza que desde hace once años ostenta el poder gracias al pasamano que realizaron el actual primer mandatario y su primo Arturo Colombi en los últimos tres períodos.
La ruptura definitiva entre los primos Colombi se produjo en 2007, cuando el entonces gobernador Arturo avanzó con una reforma constitucional que habilitó la reelección, una empresa que su pariente no había podido lograr en su primer mandato.
Los Colombi se enfrentaron en los comicios de 2009, en los que Ricardo, con el apoyo orgánico de la UCR, se impuso en segunda vuelta a su primo. Ahora será el turno de Ricardo Colombi de ir por la reelección, tal como parece configurarse el escenario de un radicalismo correntino que lo tiene como líder indiscutido, pese a que el senador nacional Eugenio ‘Nito‘ Artaza ha salido a expresar públicamente sus intenciones de ir por la Gobernación.
Colombi encuentra respaldo en la alianza Encuentro por Corrientes, que conformó en 2009 para destronar al hoy extinto Frente de Todos, la coalición que él mismo había orquestado en 2001 junto al PJ y que le permitió acceder al poder, tras una cuestionada intervención decretada por Fernando de la Rúa.
La figura que más preocupación genera en el radicalismo es la de Espínola, quien luego de abandonar los deportes náuticos y descolgarse sus medallas olímpicas tuvo una vertiginosa irrupción en la política de la mano de su amigo, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, que le permitió imponerse en las elecciones municipales de 2009. ‘Camau’ se disputa el liderazgo del justicialismo correntino con el diputado nacional Fabián Ríos, que compartió bancada con Cristina en el Senado y que en 2009 estuvo a poco más de 3 mil votos de acceder a un balotaje que lo hubiera dejado en una posición inmejorable para acceder a la gobernación.
Hay quienes entienden que la proximidad física de Espínola a Cristina durante la reciente visita a la Basílica de Itatí y otros actos presidenciales en los que Ríos ni siquiera figuró, son evidencia palpable de las preferencias que existen en la Casa Rosada. Versiones extraoficiales hablan de un posible acuerdo entre Espínola y Ríos, mediante el cual el ex medallista iría por la gobernación y el diputado buscaría la intendencia.
Fuente: DyN

