Ubicado en el barrio porteño de Palermo, desde mediados de agosto ‘3D Lab Fab&Café‘ puso a disposición de sus clientes 10 tipos diferentes de impresoras y una incubadora de proyectos.
A la manera de los ya habituales cyber-cafés que forman parte del paisaje urbano de muchas ciudades, se sumó una original alternativa que propone la impresión de objetos con impresoras 3D. Quienes lleguen al local podrán elegir, en una biblioteca de modelos abierta al público, distintos diseños que van desde peines, muñecos y tazas hasta pulseras o lámparas. Además, el lugar cuenta con la asistencia de diseñadores para ayudar a los clientes a crear objetos.
Rodrigo Pérez Weiss, fundador del ‘3D Lab Fab&Café‘, anticipó que también abrirán un nuevo espacio en el Distrito Federal de México, a principios del 2014, y están en conversaciones para la apertura de una sucursal en Barcelona, España. Mientras buscan proyectarse a otras ciudades del mundo, su primer local abrió el 12 de agosto en Palermo. Más precisamente en la esquina de Godoy Cruz y Costa Rica, a cinco cuadras de la concurrida plazoleta Julio Cortázar, en la zona conocida como Palermo Soho.
‘Somos el primer bar del mundo con 10 impresoras 3D‘, aseguró Weiss. Además del servicio de impresión, el joven adelantó que en el local también funcionará la ‘Incubadora 3D Lab‘. La incubadora es para ‘seleccionar e impulsar proyectos que tengan que ver con el mundo de la impresión 3D. Pueden ser diseños de objetos o proyectos sociales. Por ejemplo, alguien hace el diseño de una prótesis para una mano -que es un archivo- y se lo puede mandar a cualquier persona del mundo sin costo‘, sostuvo Weiss. ‘Con la incubadora queremos tratar de generar proyectos quizá no tanto comerciales sino más bien sociales o que vengan a cambiar algún paradigma‘, agregó.
Los 10 modelos de impresoras con los que cuenta el local, estarán a la venta y allí mismo se ofrece servicio técnico, venta de insumos y cursos para los interesados en iniciarse en la impresión de objetos 3D. Las impresoras son de distintos tipos y marcas, según explicó Weiss. ‘Las diferencias son de tamaño, precio, calidad de fabricación y, principalmente, en el sistema de impresión. Nosotros vamos a tener dos: una de resina que se llama DLP (Direct Light Projection) y todas las demás, las otras 9, son del sistema FDM (Fused deposition modeling) que toma un carrete de hilo plástico y lo derrite para crear objetos. Las otras, las de resina, trabajan a partir de un líquido, una resina fotosensible‘, sostuvo.
Los costos de los objetos que se impriman en el bar variarán de acuerdo a los materiales y las distintas calidades de impresión: se cobra por tiempo y cada hora ronda los 100 pesos. Para tener una idea, un vaso puede demorar unas 3 horas en imprimirse, mientras que cuatro anillos se pueden crear en media hora.
Según difundió la prensa digital porteña, Weiss invirtió 300 mil pesos en el proyecto. Las impresoras tridimensionales son uno de los desarrollos tecnológicos con mayor crecimiento previsto para los próximos años porque comienzan a llegar al mercado masivo con equipos que, en la Argentina, parten desde los 16.000 pesos.
Fuente: Agencia Télam