Tres de los condenados a prisión perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez cometido en 2008 se fugaron ayer de la cárcel bonaerense de General Alvear, abriendo un manto de sospecha sobre una ‘mano negra‘ que hizo posible el escape y que confirmaría lo peor: la connivencia entre la política y el narcotráfico.
Los tristemente célebres protagonistas del escape son los hermanos Martín (41) y Cristian (40) Lanatta y Víctor Schillaci (33), quienes estaban cumpliendo la pena máxima por los asesinatos en agosto de 2008 de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35) en la causa conocida como efedrina.
Por la gravedad de la fuga, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció una recompensa de 2 millones de pesos para quienes aporten ‘información fehaciente que contribuya a dar con el paradero y detener a los prófugos.
Recientemente Martín Lanatta ratificó ante la Justicia lo que meses antes había revelado en el programa Periodismo para Todos donde involucró con el tráfico de la efedrina y el Triple Crimen de General Rodríguez al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Este dato no pasó desapercibido ayer para las autoridades nacionales ni para el Gobierno bonaerense que encabeza María Eugenia Vidal y hasta disparó pedidos de distintos sectores de la dirigencia política para investigar las posibles conexiones políticas con el escape.
En tanto, a raíz de esta situación, la gobernadora María Eugenia Vidal removió a toda la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y al jefe de la Unidad Penal 30 de General Alvear.
Cómo fue la huida
La huida de los hermanos Lanatta y de Schilacchi se registró de madrugada, cerca de las 2.30, cuando en el sector de sanidad de la cárcel donde estaban alojados redujeron y maniataron a dos guardias encargados de su custodia. Los reos cambiaron sus ropas por vestimentas oscuras, similares a las que utiliza personal del SPB, dejaron a los guardiacárceles en uno de los baños para luego transitar los distintos pasillos que tiene el Penal hasta llegar al exterior.
Los tres hombres se apoderaron de un auto Fiat Uno, propiedad de un efectivo del SPB, con el que recorrieron los casi doscientos metros hasta llegar al puesto 1, donde redujeron al guardia que estaba apostado en el lugar, lo amordazaron y llevaron cautivo.
Las fuentes agregaron que continuaron la marcha con el custodio, de apellido Santos, hasta Villa Belgrano, un barrio ubicado a un par de cuadras de la Unidad. Allí, los hermanos Lanatta y Schillachi descendieron del rodado dejando en su interior al guardia, lo que fue captado a las 2.45 por una cámara de seguridad ubicada en el cruce de las avenidas Belgrano y 9 de Julio.
Además, en la imagen se observó el paso de una camioneta negra que dobló a gran velocidad por la prolongación de 9 de Julio rumbo a la ruta nacional 205, distante unos 30 km de dicho punto. Posiblemente en ese vehículo continuaron escapando los condenados con rumbo desconocido.
Minutos después, el guardia que había quedado en el Fiat Uno pidió ayuda a vecinos del lugar que llamaron a Emergencias Policiales. En ese rodado, los efectivos secuestraron una réplica de un arma de fuego que pudo ser utilizada para reducir al personal penitenciario. Otro dato llamativo es que una investigación periodística determinó que el auto usado para el escape pertenece a un exagente del Ejército que revistió en la Contaduría General de dicha institución entre diciembre de 2014 y noviembre de 2015.
En diciembre de 2013, los hermanos Lanatta ya habían intentado escaparse junto a Marcelo Schillaci (34), el otro condenado por el triple crimen, el único que no se unió al escape ayer. Fue cuando estaban alojados en el Penal de Sierra Chica y el intento también coincidió con las Fiestas de Fin de Año y con supuesta complicidad externa. Sin embargo, esa maniobra pudo ser abortada a tiempo por personal del Servicio Penitenciario.

