El prontuario laboral de Laura Diana Schulz, comisaria de a bordo de American Airlines procesada por el intento de contrabando de oro y dólares previo a un vuelo que se dirigía a Miami, quedó marcado por un suceso que sucedió el pasado 23 de septiembre.

La barilochense que recorrió el mundo gracias un trabajo que consiguió en 1993 protagonizó un hecho cuando se disponía a ser la jefa de cabina de una tripulación que esperaba por su presencia en el Aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza. Allí, antes de abordar la nave, las cámaras de seguridad registraron el instante en el que la Policía de Seguridad Aeropotuaria (PSA) la retuvo tras sospechar de los elementos que llevaba en su equipaje.

La pesquisa fue contundente: joyas de oro, lingotes, 11.413 dólares, 19.377 pesos, 292.000 pesos colombianos y monedas antiguas. Su explicación buscó -sin éxito- ser igual de convincente. En ella afirmó que los relojes, collares y brazaletes eran de su propiedad y de sus hermanos. Que todo provenía de una herencia familiar y que, debido a la inseguridad del país, pensaba guardarlos en la caja fuerte de una persona de su confianza que reside en Estados Unidos.

Schulz es hija de Juan Pablo Schulz y Nora Ribet, quienes se mudaron a Bariloche antes de que ella y sus hermanos -Juan Alberto y Nora- nacieran en la ciudad turística. Junto a ellos creció en la Patagonia y cursó su educación secundaria en el tradicional Colegio Nacional “Ángel Gallardo” rionegrino.

Su hermano, quien falleció en diciembre de 2019, fue una persona muy querida y respetada en Bariloche. Antropólogo y periodista, se convirtió en uno de los guías turísticos más requeridos por los extranjeros que arribaban a la ciudad.

En 1981, con tan solo 18 años, Laura fue elegida reina de la clásica Fiesta Nacional de la Nieve. Su primera formación académica estuvo ligada al profesorado de Educación Física en el INEF “Romero Brest”. Schulz regresó a su provincia años más tarde e ingresó en 1988 a trabajar en el área administrativa del gobierno de Río Negro. Los registros oficiales indican que su labor en la gestión pública duró poco tiempo.

Finalmente, en 1993 comenzó a trabajar en la compañía aérea estadounidense. Schulz, que no posee deudas bancarias ni tiene créditos en su haber, reside en un departamento ubicado en un piso 10 del barrio porteño de Retiro.