La tensión entre la Nación y la provincia de Río Negro por la escalada del conflicto en la Patagonia que tiene de protagonistas a grupos violentos de la comunidad mapuche que asola a los vecinos con ataques incendiarios, escaló ayer a niveles insospechados tras una carta que hizo pública el Presidente.

A pocas horas de haber aceptado el reclamo de la gobernadora, Arabela Carreras, Alberto Fernández le hizo una fuerte advertencia a su aliada en el Frente de Todos con una frase lapidaria que generó el repudio de dos intendentes de la zona, la reacción de un gobernador y disparó pedidos de informes en el Congreso por parte de la oposición.

Concretamente, Alberto Fernández, le dijo a la gobernadora de Río Negro, que, pese a la serie de ataques incendiarios que sufrió la provincia patagónica en manos de grupos mapuches, no es función del Gobierno nacional "brindar mayor seguridad en la región".

La gobernadora Arabela Carreras, había pedido formalmente al jefe de Estado nacional la presencia de más fuerzas federales en la zona, luego de que este miércoles la localidad del El Bolsón sufriera un tercer ataque incendiario en lo que va del mes.

Carreras además sumó el último incendio a la denuncia por el "delito de terrorismo" que ya había iniciado en la Justicia Federal Penal.

Alberto Fernández le envió la una carta a Carreras, para ratificarle la redistribución de fuerzas federales en que ya estaban en la región a fin de ayudar a restablecer el orden. Pero, a renglón seguido, le advirtió que la Nación no puede sobrepasar los límites que le impone la Ley de Seguridad Interior.

El Presidente le recordó a la mandataria provincial que "es la propia Ley 24059 de Seguridad Interior la que define que, las fuerzas federales y provinciales actuarán en conjunto, cuando se encuentren empeñados en el restablecimiento de la seguridad interior".

En la carta, Fernández reafirmó que "no es éste el caso ni mucho menos". Y agrega: "Es por ello que sería aconsejable que, en uso del poder de policía que le otorga la Constitución de Río Negro, se pueda formar un cuerpo específico que se ocupe de los refuerzos del control y mayor seguridad en el futuro".

En línea con el Presidente, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aclaró que la decisión de reforzar la seguridad en Río Negro fue adoptada por "solidaridad" con la gobernadora Carreras y para "colaborar" con la provincia.

"La posición que asumimos en el día de ayer es la de colaborar. Y lo estamos haciendo en este momento. Pero la escuché a la gobernadora de Río Negro diciendo que ella no pedía favores y que era nuestra obligación hacerlo. No señora, no es nuestra obligación", contestó ayer Fernández. Y señaló, entonces, que "es cuestión de leer la Ley de Seguridad Interior y se dará cuenta de que la participación de las fuerzas federales en las provincias sólo está habilitada cuando hay complicaciones respecto de restituir el valor de la institucionalidad, de volver las cosas a la normalidad". El ministro sostuvo, a la luz de esa norma, que la gobernadora "está equivocada" en su planteo y explicó: "No es nuestra obligación, ni la responsabilidad del Estado nacional.

Referentes de la oposición también han acusado a la Administración de Fernández de avalar las conductas violentas de algunos grupos mapuches y la usurpación de tierras privadas y de parques nacionales.


Repudio patagónico

Los intendentes de Bariloche, Gustavo Gennuso, y El Bolsón, Bruno Pogliano, repudiaron la actitud del Presidente frente al conflicto mapuche. Consideraron que las denuncias en la Fiscalía están planteadas como "terrorismo", por lo tanto, "es un tema que tiene que ver con la Nación".


Fuego amigo

Mariano Arcioni, el cuestionado gobernador de Chubut que llegó al poder de la mano del PJ, repudió al ataque contra el Club Andino Piltriquitrón de El Bolsón "en la hermana provincia de Río Negro" y expresó solidaridad con la gobernadora Arabela Carreras en una velada crítica a la Nación.