En medio de la Cumbre sobre cambio climático COP26 que se desarrolla de Glasgow, Escocia, la firma australiana Fortescue anunció ayer que invertirá 8.400 millones de dólares en Argentina para producir hidrógeno verde en la provincia de Río Negro.

La denominada "mayor inversión de siglo XXI" para el país permitirá generar más de 50.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y que en una primera etapa estará orientada sólo para la exportación.

El hidrógeno verde es una de las más importantes alternativas a los combustibles fósiles a partir de energías renovables. Considerado como "el combustible del futuro" y es generado mediante electrólisis a partir de energías renovables como la solar y la eólica.

En anuncio de esta mega inversión para la Argentina corrió por cuenta del presidente Alberto Fernández que participa de la cumbre de Glasgow, el presidente de Fortescue, Andrew Forrest; la CEO de la firma, Julie Shuttleworth, y el titular de la compañía para la Región Latinoamérica, el exrugbier de Los Pumas, Agustín Pichot.

Según adelantó Pichot, "el proyecto va a escalar en poco tiempo, en diez años", y en una primera etapa contempla una inversión de casi U$S 3.000 millones en los próximos dos años.

La producción de hidrógeno verde en una primera etapa estará orientada sólo para la exportación.

La etapa piloto, para confirmar las capacidades previstas, contempla una inversión estimada en U$S1.200 millones, que producirá hidrógeno verde para satisfacer a 250 mil hogares, lo que comenzará en 2022 y finalizará en 2024. Esa producción inicial se destinará por completo a la exportación.

De esta manera, se espera convertir a Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética inicial equivalente al consumo eléctrico de 1,6 millones de hogares o casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.

La prospección que inició la empresa se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción. Toda la iniciativa se realizará desde cero en Río Negro, e implicará la construcción de cientos de molinos eólicos, de una planta electrolizadora para la producción de hidrógeno y un puerto de aguas profundas para su exportación.

Tras el encuentro, el Presidente afirmó que "el hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición" energética, tras darse a conocer la inversión de U$S 8.400 millones para producir ese combustible.

"En poco tiempo nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo", dijo el jefe del Estado tras reunirse con los directivos de la empresa australiana Fortescue.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que la empresa australiana "no pidió trato diferencial" en aspectos como tipo de cambio diferencial o sobre remesas de utilidades, aunque sí la "certidumbre en materia de inversiones y algunas preocupaciones con el repago de deudas e intereses". En ese sentido, recordó que el país tiene vigente como instrumento el Decreto 234 que creó el Régimen de Fomento de Inversión que podrá ser "revisado para ver cómo se ajusta a los requerimientos financieros de un proyecto de esta magnitud".

El proyecto se desarrollará en los alrededores de la ciudad de Sierra Grande, la cual cuenta con antecedentes en la producción de mineral de hierro. Esa localidad rionegrina supo tener su momento de esplendor con la instalación allí de la empresa Hipasam SA, que no sólo llegó a explotar la mina de hierro más grande de Sudamérica, sino que dio trabajo a miles de habitantes que poblaron su geografía hasta que un decreto presidencial en 1992 determinó su cierre y una seria crisis económica y social en Sierra Grande.

El paso a paso

La prospección que inició la empresa se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción; y, una vez determinado que el recurso eólico y otros son satisfactorios, se dará inicio a las consultas públicas y trámites para la construcción del proyecto, el cual tendrá tres etapas.

  • Alternativa a combustibles del tipo fósil

El hidrógeno verde es considerado como "el combustible del futuro" y es generado mediante electrólisis a partir de energías renovables como la solar y la eólica, en las que Argentina tiene un gran potencial para desarrollar proveedores competitivos y crear nuevos empleos.

El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta y no es considerada una fuente energética en si misma, sino un vector energético, ya que almacena energías generadas por otras fuentes de manera tal que posteriormente pueda ser posteriormente liberada en sistemas ya conocidos.

El proceso de producción de hidrógeno verde requiere contar con tres variables ineludibles y abundantes, ya que demanda viento o luz solar para la generación eléctrica renovable que se aplica al proceso de electrólisis; agua para separar el hidrógeno del oxígeno y una locación para instalar generadores eólicos o paneles solares.

El proceso denominado electrólisis utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se podría producir el hidrógeno sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.

El hidrógeno verde surge así como una de las soluciones tecnológicamente más desarrolladas para "descarbonizar" sectores difíciles de electrificar, como el transporte marítimo de larga distancia, la aviación y las industrias pesadas. La misma solución puede abarcar a las industrias que consumen mucha energía, como la del acero, el cemento, el papel o la de fertilizantes