Los dos hombres demorados por el crimen de Gastón Bustamante en Miramar fueron liberados hoy por la justicia, que advirtió que “no habrá detenciones por presión de la gente”, mientras una multitud despidió en el cementerio al niño asesinado durante un robo.

La inhumación del niño de 12 años convocó a miles de personas que encolumnaron sus vehículos en una fila de 30 cuadras para llegar al cementerio, donde hubo lágrimas, aplausos, el canto de dos maestras y un pedido de la familia para que nadie organice marchas que puedan generar incidentes como los de la noche anterior.

En tanto, el fiscal Rodolfo Moure, quien investiga el crimen y los actos de vandalismo frente a la sede municipal, dispuso ayer liberar a los dos hombres que fueron demorados el lunes por el homicidio porque, según fuentes judiciales, “no hay nada que los vincule”.

Una fuente de la investigación dijo a DyN que los albañiles que habían sido aprehendidos en la tarde del lunes declararon por la mañana ante el fiscal y, si bien tienen antecedentes por robo, no se hallaron pruebas que los comprometa en el caso.

Peritos judiciales y policiales realizaron allanamientos a las viviendas de los jóvenes y se practicaron otras pericias que no los inculparon. Las fuentes aclararon que el fiscal les advirtió a sus colaboradores que “no habrá detenciones por presión de la gente”. “No vamos a detener a perejiles”, acotaron.

El niño fue golpeado y estrangulado con una media por ladrones que ingresaron a su casa cuando estaba solo. Miles de personas a pie y en una interminable fila de automóviles que ocupó 30 cuadras participó de las exequias junto a los padres y los cinco hermanos del niño.