Alberto Fernández anunció ayer que impulsará una "querella criminal" para "determinar quiénes han sido los autores de la mayor administración fraudulenta que nuestra memoria registra", en alusión al alto endeudamiento que contrajo la administración de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas y dejen de circular impunes dando clases de economía", expresó Fernández.

"He instruido a las autoridades para que inicien querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra", agregó.

El Banco Central informó que pidió "la realización de una auditoría específica" de la documentación para evaluar las "responsabilidades en los funcionarios que actuaron en la efectivización del acuerdo suscripto con el FMI" en 2018.

Fernández dijo que "endeudar al país de ese modo, permitir que los recursos que ingresaron sólo hayan posibilitado la más asombrosa fuga de divisas que nuestra historia registra y que la toma de semejante crédito haya sido resuelta, a espaldas de este Congreso Nacional, no puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta".

"Ya en 2018 la Argentina fue sumergida en una nueva y profunda crisis. Como si esto fuera poco, el Gobierno anterior solicitó el préstamo más grande de la historia del FMI", dijo el Presidente. "Los U$S 44.000 millones de dólares recibidos se esfumaron antes que asumamos nuestras funciones", recalcó luego.

Cacerolazo contra el Gobierno

Tras el discurso de Alberto Fernández, un cacerolazo comenzó a sentirse con fuerza a partir de las 20 horas en diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y diversos puntos del país. La manifestación fue en rechazo del Gobierno nacional de Alberto Fernández.