Una mujer de 28 años sufrió la amputación de sus dos piernas y otras heridas graves cuando ayer explotó el vehículo que había dejado en una estación de servicio para cargar gas en la localidad santiagueña de La Banda, distante a 8 kilómetros de la capital santiagueña.

En el accidente también resultaron con graves heridas en distintas partes del cuerpo los acompañantes de la mujer, Jorge Barraza, de 31 años y de la localidad rural ‘El Gran Porvenir‘, y una niña de dos años que llevaba en brazos; y la empleada de la estación de servicio que cargaba gas en el automóvil. La explosión sacudió la mañana del centro de la segunda ciudad de Santiago del Estero, ya que la onda expansiva se sintió a 20 cuadras a la redonda y dañó cristales de comercios cercanos y la confitería de la estación de servicio, cuyo techo recibió el impacto del tubo de gas.

El hecho ocurrió a las 11.35 cuando Mónica Valoy se acercó con su Dodge 1500 modelo 80 color celeste a cargar gas a una estación de servicio, para lo cual descendió del rodado junto a Barraza y a la niña. Ni bien se alejaron dos metros ocurrió la explosión, que dejó al auto totalmente destrozado, excepto la parte delantera, donde la empleada de la estación de servicio cargaba gas y también resultó con heridas. Valoy sufrió la amputación de sus piernas y fue asistida en la sala de urgencias del Hospital Regional ‘Ramón Carrillo‘.

Por su parte, Barraza, la niña y la empleada que hasta el cierre de la edición no fue identificada fueron asistidos en el mismo centro asistencial con heridas en distintas partes del cuerpo.

De acuerdo a los primeros peritajes se sospecha que la explosión se originó cuando la empleada conectó la manguera de gas a la válvula del auto por la parte frontal que, estimaron, tenía la oblea vencida. Las primeras investigaciones dan cuenta de que el tubo de gas perdía y que eso podría haber dado origen a la explosión aunque los voceros policiales no descartaban que el auto ni siquiera tuviera puesta la oblea reglamentaria, en cuyo caso la responsabilidad estaría en la empleada que cargaba el gas.

Los voceros detallaron además que es muy común que en las principales ciudades de Santiago del Estero circulen automóviles con obleas vencidas y con tubos de gas que se adquieren en desarmaderos.

Detallaron además que estos casos se ven más asiduamente en los modelos viejos de automóviles y que los propietarios de los autos, para ahorrarse el costo de renovar la oblea, adquieren tubos de gas que no poseen las garantías suficientes. Fuente: DyN, Télam.