El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se consagró anoche como uno de los líderes con mayor proyección nacional del Frente para Victoria al ganar de manera contundente las elecciones provinciales. Fue el primer triunfo del año para el kirchnerismo y un gran envión anímico para las aspiraciones presidenciales del oficialismo de cara al 25 de octubre.
En este contexto, cobró un gran significado político la presencia en Salta del precandidato preferido por la Casa Rosada, del FpV, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y la ausencia del otro aspirante kirchnerista, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Urtubey sacó el pase para gobernar Salta por tercer período consecutivo con el 51,4% de los sufragios, un 3,81% más que los votos obtenidos en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), cuando sumó el 47,23%. Detrás, quedó el senador nacional, Juan Carlos Romero, candidato apoyado a nivel nacional por el Frente Renovador de Sergio Massa. La fórmula Juan Carlos Romero-Alfredo Olmedo cosechó el 30,68% de los votos, mientras que la UCR, con Miguel Nanni quedó relegada a un muy lejano tercer lugar con el 8,32% de los votos, a muy poca distancia del Partido Obrero que sumó el 6,28% de las preferencias electorales de los salteños.
Las primarias y generales provinciales se viven como un test para medir el clima político de Argentina en este 2015 electoral, que culminará con los comicios presidenciales para elegir al sucesor de Cristina Fernández en la Jefatura de Estado el próximo octubre.
Por eso, apenas caía la tarde salteña arribaron a esa provincia el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo y el secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado de Pedro.
Ya en el búnker y con un triunfo categórico en el bolsillo, Urtubey, afirmó anoche que “en la provincia tiene que haber menos dolor y más progreso”, y agradeció “el respaldo” que le brindó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En su discurso advirtió que “éste no es un espacio para conservadores. Tenemos que seguir transformando. Hay mucho dolor aún en nuestra provincia y necesitamos mucho progreso. Éste un triunfo del proyecto que inició Néstor Kirchner en 2003 y que lidera hoy Cristina”, señaló Urtubey.
Pero las definiciones políticas desde el búnker ganador fueron más allá de Salta con el fuerte mensaje de Florencio Randazzo a su contrincante en la interna K, Daniel Scioli.
El ministro del Interior disparó: “A veces no hace falta pronunciamiento” de la presidenta Cristina Fernández “para saber quién representa mucho mejor este proyecto nacional y popular”.
Consultado sobre si la victoria de Urtubey es un triunfo del kirchnerismo, el funcionario respondió: “Por supuesto que es un gran triunfo de un compañero que milita, participa y ha estado siempre comprometido con este espacio que conduce la Presidenta de la Nación”.
Randazzo fue el único de los dos presidenciales K que viajó a Salta, ya que Scioli, quien era esperado en esta ciudad, decidió permanecer en Buenos Aires.
Por su parte, Aníbal Fernández definió a Urtubey como una “figura nueva y fresca” que reúne “todos los valores y atribuciones como para poder competir en el más alto nivel”. Y no dudó al ponerlo en carrera como candidato presidencial para las elecciones de 2019.

