El Ministerio de Salud anunció ayer un plan de vacunación para toda la población contra la hepatitis B, inmunización que se aplica de manera obligatoria a niños a través del Calendario Nacional de Vacunación, con el objetivo de avanzar en el control y eliminación de la enfermedad.
La vacuna se aplicará en forma gratuita y sin orden médica en centros de salud públicos, por lo que el ministerio adquirió 18 millones de dosis.
La responsable del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la cartera sanitaria nacional (Pronacei), Carla Vizzotti, dijo que ‘si bien en Argentina es una enfermedad de baja endemicidad, -afecta a menos del 2 por ciento de la población-, 800 personas mil personas la padecen‘.
La incidencia de casos es mayor en centros urbanos, en especial en grupos como hombres que tienen sexo con hombres y usuarios de drogas endovenosas, informó el ministerio.
La vacuna contra la hepatitis B está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica a los recién nacidos dentro de las primeras 12 horas de vida y a los 2, 4 y 6 meses, como componente de la vacuna quíntuple, conocida también como pentavalente. También se completan o inician esquemas de inmunización a los 11 años en el caso de los niños que no hubieran recibido las dosis correspondientes con anterioridad y se aplica al personal de salud y a los adultos con factores de riesgo.
La hepatitis B es una inflamación del hígado causada por un virus que se transmite a través del contacto con la sangre por relaciones sexuales no protegidas, mediante la madre que tiene la patología al hijo durante el embarazo o por uso de drogas endovenosas, entre otras vías.
La edad en que se contrae la enfermedad aguda, recordó el ministerio en el informe, determina el riesgo de progresión a enfermedad crónica, y advirtió que ‘a menor edad, mayor riesgo de adquirir la infección y que tenga evolución crónica‘. ‘Al prolongarse en el tiempo, ésta (la hepatitis B) puede provocar daños en el hígado (cirrosis) o cáncer de hígado‘, reportó la cartera sanitaria.
El período de incubación es de entre uno a cuatro meses y la forma clínica más habitual es la hepatitis aguda, que se resuelve espontáneamente en un período de 1 a 3 meses. Además, existen formas asintomáticas de la afección que pueden observarse hasta en el 60% de los casos.
La cartera sanitaria explicó que el riesgo de desarrollar cirrosis por hepatitis crónicas a los cinco años es de 8 al 20%, con una sobrevida en ese período menor al 35%. Por su parte, el carcinoma hepatocelular se observa hasta en el 15% de los pacientes con cirrosis y el pronóstico es malo, excepto en casos de tumores resecables quirúrgicamente. Las formas fulminantes de la afección ‘son raras‘, expresó la cartera sanitaria, y afirmó que constituyen menos del 1%, pero en la Argentina son la causa de alrededor de 12 trasplantes hepáticos por año.