Alejandro Vandenbroele, el abogado que ingresó al programa de protección de testigos e imputados protegidos, empezó a cumplir con lo que prometió: este miércoles ingresó a la Fiscalía de Jorge Di Lello para empezar a contar todo lo que sabe.

De traje y anteojos negros, Vandenbroele ingresó a la oficina de Di Lello a las 10:15, según constataron los periodistas acreditados en Comodoro Py. Su arribo fue sorpresivo porque no se esperaba para hoy. Sin embargo, desde que el supuesto testaferro de Boudou se transformó en "un arrepentido" todos sus movimientos se volvieron secretos para resguardar su seguridad.

En esa dependencia del Ministerio Público Fiscal están radicadas las causas en las que Vandenbroele está imputado: el caso Ciccone, la asociación ilícita por la que fueron detenidos Boudou y José María Núñez Carmona hace unos días, y el negocio entre la empresa The Old Fund y la provincia de Formosa. El juez a cargo de esos expedientes es Ariel Lijo.

La negociación para que Vandenbroele se convirtiera en un arrepentido el viernes 3 de noviembre, el día de la detención del ex vicepresidente y su amigo. En Casa Rosada dicen que fue clave la intermediación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aunque nunca lo dirá en público.

Los tiempos judiciales y políticos no conocen de casualidades. Vandenbroele podría no solo ventilar detalles de la trama secreta del negocio de la ex Ciccone y de la renegociación de la deuda formoseña. El abogado podría además implicar aún más al ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y a funcionarios provinciales, como Martín Cortés, del Banco de Formosa. También a un poderoso empresario que habría sido vital en la trama de la ex Ciccone y que figura desde hace mucho tiempo en la lista de indeseados de Mauricio Macri.