El Informe Rattenbach fue un trabajo que ordenó realizar Reynaldo Bignone, el presidente de la última Junta Militar, y apuntaba a analizar las responsabilidades políticas y militares en la Guerra de Malvinas. Pero fue el propio dictador quien prohibió su publicación y ordenó clasificarlo. Ahora, casi 30 años después del enfrentamiento bélico en el Atlántico Sur, estará al alcance de todos en la página oficial del Gobierno.
Se trata de los 17 tomos del documento elaborado luego del conflicto bélico por el fallecido teniente general Benjamín Rattenbach y que por la crudeza con que analizó el desempeño de los militares y que ayer fuera entregado a la presidenta Cristina Fernández.
De ese informe original sólo se estimó hacer ‘dos tachas‘: el nombre de un agente de inteligencia que aún presta servicios en la SIDE y que por razones de seguridad debe preservar su identidad y la otra es un kelper que ayudó a las Fuerzas Armadas argentinas durante la guerra.
La jefa del Estado ordenó a principios de este año desclasificar ese informe y nombró una comisión para analizar si alguna parte debía mantenerse en secreto. Finalizado el trabajo, el coronel (R) Augusto Rattenbach (hijo de aquel general), la embajadora Susana Ruiz Cerrutti, y el licenciado Eduardo Forti, miembros de esa comisión conformada en febrero pasado, le entregaron el documento original revisado y sólo recomendaron las ‘dos tachas‘.
En momentos en que el Gobierno sostiene una renovada escalada diplomática con el Reino Unido por la soberanía sobre las islas, la propia Presidenta se encargó de anunciar ante la prensa el entrega de ‘los 17 tomos del Informe‘. Los primeros tomos del informe son testimonios de testigos convocados por la comisión original, desde Leopoldo Fortunato Galtieri a conscriptos, y el resto el análisis de las responsabilidades y las recomendaciones.
En su propio informe, la comisión creada por Cristina Fernández destacó que, luego de analizar el original, sólo era recomendable omitir los nombres del agente de inteligencia y del kelper y difundir ya que el resto no afecta la seguridad ni las relaciones exteriores de la Argentina.
Cuando ordenó desclasificar el informe, CFK resaltó muy especialmente la tarea realizada en 1982 por el teniente general Rattenbach y replicó ‘una campaña de desprestigio que se intentó desde algunos sectores alegando que era antiperonista‘.

