Después de largos días de odisea, ayer llegaron a la provincia tres de los cinco sanjuaninos que quedaron varados en Perú el pasado 12 de enero, tras el temporal de lluvias y aludes que provocó la muerte de una joven argentina.
Muy cansados, pero con el gran alivio de estar en la provincia y reencontrarse con sus familias, los hermanos Leonardo (23), y Lourdes (21) Pintor, junto a Emiliano Ruíz (21) llegaron pasadas las 16 horas a la Terminal de Ómnibus sanjuanina desde Tucumán, luego de pasar por la gran odisea de quedar varados en la ciudad peruana de Aguas Calientes y vivir de cerca el drama de una catástrofe.
"Le tuvimos que poner buena cara, no quedaba otra", dijo a DIARIO DE CUYO Leonardo Pintor, en su arribo a la provincia, quien junto a su hermana fueron recibidos por sus padres, al igual que Emiliano. A pesar del cansancio y el estrés de haber pasado por situaciones límites, Leonardo, ya reunido con sus padres, contó lo que le tocó vivir junto a los 15 amigos con los que estuvo.
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Luego de haber subido al Machu Picchu, los tres jóvenes sanjuaninos quedaron varados en Aguas Calientes cuando emprendían el retorno a Cuzco. "Teníamos pasaje en tren a Ollantaytambo y después íbamos a irnos en colectivo a Cuzco, pero nos dijeron que no había tren. Pensamos que era temporal hasta que nos dimos cuenta de lo que había sucedido", contó Leonardo.
Pasaron seis días, hasta que finalmente fueron evacuados el viernes pasado. Pero en este tiempo los invadió la incertidumbre de no saber cuándo iban a poder salir, además de vivir momentos de tensión y largas horas de espera.
"Cuando llegamos a Cuzco en el teatro municipal, nos recibió el cónsul argentino y nos pusieron en una lista por orden de llegada", sostuvo. Allí se anotaron en el avión que salía a Buenos Aires y cuando se enteraron que había otro avión que salía a Tucumán, decidieron tomar ese camino. Pero salió primero el de Buenos Aires, por lo que debieron esperar hasta la madrugada del lunes para viajar a Tucumán en un vuelo que dispuso el Gobierno argentino.
El joven reconoció que en los primeros días hubo cierto clima de caos entre los varados al ver que la evacuación era muy lenta por falta de organización. "En un momento, entre la gente el clima se empezó a poner denso, cuando hablaba el alcalde (de Aguas Calientes) y decía cosas que después no se hacían. Habían insultos, gente que gritaba y yo pensé que la cosa se iba a poner peor. Pero cuando se empezó a ver que la gente empezaba a salir, ya nos tranquilizamos porque sabíamos que faltaba poco para que nos sacaran".
Otro de los momentos que se tornaron más difíciles de lo que ya venía siendo la situación, fue cuando se enteraron de la muerte de una joven argentina. "Se me puso la piel de gallina, pensamos que podría haber sido cualquiera de nosotros", contó Leonardo Pintor.