La Plata, 7 de mayo.- La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) recuperó a 16 investigadores que se habían ido del país para trabajar en el exterior.
Son doctores en química, bioquímica, física e ingeniería que estuvieron más de cuatro años fuera del país y que ya están trabajando en laboratorios de las facultades de Ciencias Exactas e Ingeniería de la universidad.
La reinserción en las universidades públicas argentinas la impulsa el Programa de Investigación y Desarrollo para la Radicación de Investigadores de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Conicet y el Ministerio de Educación.
El programa ya repatrió 600 científicos; dieciséis regresaron a la UNLP con ayuda de su Secretaría de Ciencia y Técnica.
Según una nota publicada hoy por el diario La Nación, los científicos que decidieron retornar recibieron un subsidio de hasta 45.000 pesos para su reinserción personal y tuvieron la posibilidad de incorporarse al Conicet y acceder a otro subsidio individual de hasta 210.000 pesos para desarrollar su proyecto de investigación.
En todos los casos habían estado fuera del país durante más de cuatro años antes de junio de 2007.
Por ejemplo, el doctor Santiago Grigera se fue del país en 1999 y trabajó como investigador y docente en las universidades de Cambridge (Inglaterra) y de Saint Andrews (Escocia).
"Cuando decidí volver al país sabía que las posibilidades de crecer como científico eran menores, pero preferí contribuir con mi país. Siento que, en términos relativos, lo que haga aquí será más importante", dijo.
Tras obtener la licenciatura en física en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, se doctoró en el Instituto Balseiro de Bariloche. A los 36 años, regresó a La Plata para continuar sus trabajos sobre materia condensada en el Instituto de Física en Líquidos y Sistemas Biológicos desde marzo.
Otro caso es el del doctor Francisco Ibáñez, quien vivió 8 años en Estados Unidos. Allí obtuvo un doctorado y un posdoctorado en química. Se especializó en nanotecnología en la Universidad de Louisville, desde donde construyó lazos con el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas de la UNLP.