El 5 de enero Viviana Villena llegó con sus hijos a su casa de veraneo en Cariló y cuando intentó ingresar a la propiedad, se encontró con dos personas que aseguraban tener un contrato de alquiler por dos años.

“Vine a veranear con mis hijos. Nos encontramos que en la propiedad estaba estacionada una Eco Sport blanca, viejita. Golpeamos la puerta y nos atienden dos personas mayores diciendo ser cuidadores”, relató Villena, quien asegura ser la titular de la vivienda que fue comprada en 2017 por Castagnole Lanze S.A., empresa de la cual es accionista y presidente.

“Dijeron que habían alquilado por dos años. Le dijimos que eso era falso. Nos dijeron: ‘Van a tener que hablar con nuestro abogado’. Era un griterío, terminamos llamando al 911. Vino la policía, que en la mano solo tuvo un contrato totalmente falso de alquiler. Y yo tenía la propiedad, tenía todo para demostrar”, agregó Villena, quien entonces fue hasta la Fiscalía Descentralizada N°5 y presentó una denuncia ante el fiscal Eduardo Elizarraga.

Pero antes de que la Justicia resolviera la situación, la pandemia de coronavirus obligó a los legítimos dueños de la vivienda a permanecer durante meses en Buenos Aires, sin poder viajar a Cariló.

A comienzos de noviembre, cuando el gobierno bonaerense habilitó a los propietarios no residentes a viajar hasta sus casas de verano para prepararse para la temporada, Villena consiguió el permiso de circulación, volvió Cariló y no sólo encontró que la casa seguía ocupada: los supuestos usurpadores también habían pintado el exterior de otro color, construyeron una cascada en una esquina e intalaron dos equipos de aire acondicionado en el frente de la propiedad.

“Cuando llegamos estaba la pileta limpia, porque se ve que la habían estado usando, y había como 15 personas divirtiéndose y escuchando música”, explicó la mujer al portal Infobae. "Afuera había tres autos de muy alto porte, de los cuales uno sabíamos que algo estaba mal. Hicimos la denuncia y se verificó que era mellizo”, agregó al diario Clarín. 

Esta vez los usurpadores ya no tenían un contrato de alquiler trucho sino que habían falsificado una sesión de derecho de propiedad.

Sin embargo el fiscal Elizarraga desestimó inicialmente la denuncia por usurpación ya que entendió que no había delito e indicó que continúen con su reclamo por la vía civil.

El intendente de Pinamar, Martín Yeza, ya había denunciado a Elizarraga por su mal desempeño hace dos meses, manifestó su apoyo a mujer y volvió a apuntar contra el fiscal. 

“En enero y con boleto de compra trucho unas personas usurparon la casa de una familia en Cariló. Llegaron los dueños originales y con total asombro se encontraron con unos delincuentes en su casa. Hicieron la denuncia y el fiscal archivó la causa, les dijo que vayan por la vía civil”, publicó en Twitter.

Según pudieron determinar, todos los integrantes de la banda responsable de la usurpación y de la clonación de vehículos son oriundos de Mar del Plata.

Este martes, luego de que el caso se hiciera público y el intendente los respaldara, la familia se volvió a reunir con el fiscal quien reconoció su error y les adelantó que la causa por la usurpación será reabierta.

Fuente: El Sol / Clarín / Infobae